viernes, 7 de diciembre de 2007

Habitats amenazados

Alarma de los ecologistas por la muerte de otro oso pardo en Palencia

El hallazgo de un oso parto muerto, el pasado sábado, en el parque natural de Fuentes Carriones y Fuente Cobre, en Palencia, ha disparado todas las alarmas de los conservacionistas de la zona, para quienes estos sucesos ponen "en tela de juicio" la gestión de los recursos naturales por parte de la Junta de Castilla y León.

El oso falleció accidentalmente, según los resultados de la necropsia que se le efectuó en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Burgos, donde fue trasladado el cadáver, aunque quedan por efectuar otros análisis que lo confirmen, ínforma Efe.

A tenor de este informe forense, se trataba de un ejemplar de menos de dos años y cuando le encontró el cazador ya estaba en avanzado estado de descomposición. Aún así se ha detectado que tenía una contusión fronto-nasal con hemorragia interna, mientras que en los demás restos no se han podido apreciar otras lesiones.

En su estómago había bellotas y pequeños huesos y también parásitos en el intestino delgado, algunos de 30 centímetros, lo que indicaría que se trata de un caso de mortalidad accidental.

Las organizaciones dedicadas a la conservación, que se agrupan en la Plataforma por la Defensa de la Cordillera Cantábrica (PDCC), reclamaban ayer, no obstante, una investigación más exhausitiva de las causas de la muerte.

Con él, ya son dos los ejemplares que han sido hallados muertos este año en la misma cordillera palentina. Respecto al anterior, encontrado el pasado mes de agosto, aún se desconocen los resultados de los análisis que determinarán si fue envenenado con sustancias tóxicas que, aunque no van destinadas a ellos, terminan por afectarles.

Desde el año 2001, la Plataforma tiene contabilizados seis osos pardos muertos en Palencia y León, todos los anteriores fallecidos por culpa de venenos o de disparos. Mencionan que este parque natural concentra el más importante núcleo de osos pardos de la parte Oriental, con unos 25 ejemplares, en el cruce entre Cantabria, León y Palencia.

Pese a ello, los conservacionistas recuerdan que continuamente esta especie se enfrenta a amenazas, como es "una excesiva presión cinegética, una pésima política forestal que prima la producción por encima de la conservación y una escasa vigilancia sobre productos susceptibles de ser utilizados como venenos para la fauna salvaje".

Otras quejas se refieren a las concentraciones parcelarias que supondrán abrir unos 500 kilómetros de pistas forestales o la ineficacia de los sistemas de vigilancia y protección.

"Resulta dantesco que estén apareciendo osos envenenados o tiroteados de forma reiterada en Castilla y León y su gobierno apueste por un complejo invernal, como la estación de esquí en el Puerto de San Glorio, un proyecto que se perfila como la mayor amenaza para los últimos osos pardos cantábricos según ambientalistas, científicos y prestigiosos organismos nacionales e internacionales", argumenta la Plataforma.

Además, exigen que se suspenda la caza en Fuentes Carrionas, que aumenten los recursos del Seprona, que se controlen los productos fitosanitarios que usan como venenos y que se suspendan los proyectos de infraestructuras, como la estación de esquí.


Noticia publicada en el diario El Mundo por Rosa M. Tristán, el 4 de diciembre de 2007

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