miércoles, 3 de septiembre de 2008

R + R + R

Algo tan sencillo y cotidiano como tomar un café puede servir de punto de partida para explicar, de lo concreto a lo general, las tres R del consumo racional, esto es, Reutiliza, Repara, Recicla.

Bien, digamos que nos hemos preparado un café. Ahora la cafetera está aparentemete sucia, y a no ser que la limpiemos y la volvemos a llenar de agua y café no va a funcionar. ¿La tiramos entonces a la basura por inútil? Vaya estupidez, ¿verdad? Claro: basta lavarla un poco para que vuelva a sernos de utilidad, porque no vamos a comprarnos una cafetera nueva cada día. O sea, que la vamos a reutilizar. Pero, ¿y si empieza a soltar agua cada vez que la usamos por alguna avería? Lo más fácil y rápido será que la intentemos reparar: ¿quién sabe?, quizás baste con ajustar un poco mejor la junta de goma. Finalmente, caso de que la reparación sea imposible, o caso de que cueste más que una nueva, entonces no dudaremos en comprarnos otra y llevar la estropeada a reciclar para que sus componentes puedan ser reutilizados.

Creo que esto de la cafetera lo entendería hasta un niño de tres años, y puede extrapolarse a cualquier objeto de consumo.

¿Los problemas existen aunque no los veamos?

Yo diría que sí, y si no que se lo pregunten a alguien con dolor de muelas... o un cáncer.

Cada noche la basura desaparece rápidamente de nuestra vista y se acumula en vertederos o se incinera, siempre lejos de las ciudades... ¡Nadie quiere la basura cerca! Es fea y huele mal, pero aunque ya no podamos ver su degradación ni oler su podredumbre esa producción de residuos sigue siendo un problema grave, a nivel local, y sobre todo a nivel global.

Precisamente una de las funciones del reciclaje es reducir la cantidad de basura que finalmente llega al vertedero o se incinera. Y es que al reciclar hacemos algo tan simple como reutilizar los materiales de los que se compone aquello que ya no nos es útil, esto es, la basura reciclable. De esta manera además, al aprovechar esos materiales útiles para la producción de bienes, reducimos la necesidad de obtenerlos de la naturaleza, esa naturaleza sobreexplotada a la que tampoco vemos ni oímos quejarse. ¿Has oído alguna vez aquello de que las madres sufren en silencio por sus hijos? Tal es el grado de ofensa e indignidad con el que la tratamos que no me extrañaría que llegara el día en el que los monos se levantaran asqueados y chillando de rabia si alguien en su presencia mencionara a Darwin.

Reutilizar, reparar, reciclar, tres R que a mí para terminar me sugieren tres calificativos que también empiezan por R: responsable, racional, rentable. Cumplir estas normas tan sencillas es responsable, pues lo hacemos considerando las consecuencias de nuestras acciones; es racional, pues es inteligente y lógico gestionar mejor y de forma más eficiente nuestro consumo; y es también rentable, pues reutilizamos lo que es útil y así ahorramos residuos, recursos, y dinero.

Recuerda: piensa globalmente, actúa localmente. Reutiliza, repara, recicla... y reduce tu consumo de esos bienes que no son imprescindibles. ¡La mayoría no lo son!

2 comentarios:

Gatoto dijo...

Hola, Victor:

Gracias por tu apoyo. Y gracias si te decides a poner un enlace a my web R+R+R en vuestro blog. Prometo seguir aportando ideas para que no nos carguemos la Tierra antes de tiempo. Un fuerte abrazo.

Víctor Aranda García dijo...

Hola! Ya he puesto el enlace a tu blog: ahora sólo espero que encuentres el tiempo suficiente y la inspiración para ir añadiendo artilugios y nuevas ideas. Un abrazo!