miércoles, 18 de noviembre de 2009

Obama decepciona e incumple sus promesas

Duras críticas a Obama en EEUU por su postura sobre el cambio climático

La decisión del presidente de EEUU, Barack Obama, de admitir que no habrá tratado posible en Copenhague ha desencadenado una oleada de críticas en su país.

"Está claro que Obama no ha tenido la voluntad de invertir seriamente su capital político en la lucha contra el cambio climático", declaró a EL MUNDO Bill McKibben, autor de 'El fin de la naturaleza' y fundador de la campaña 350.org.

McKibben considera también en gran parte responsable a Obama del retroceso de la opinión pública en los últimos meses: "El presidente no ha sabido trasmitir la urgencia real del problema a los norteamericanos... Pero está claro que los ciudadanos van por delante de sus líderes en muchos puntos del planeta. Esperamos que las presiones de Europa y de los países en desarrollo más vulnerables den sus frutos de aquí a la cumbre de Copenhague".

En el mismo sentido se expresó Dan Becker, director de la campaña Safe Climate Campaign, en declaraciones al 'New York Times'. "¿El 'impasse' actual ha sido culpa de EEUU?", se pregunta Becker. "Por supuesto, aunque hay otros responsables también... Tenemos la obligación y la capacidad para liderar en este asunto. Cuanto más lo retrasemos, más extremas serán las medidas que tengamos que adoptar".


PROMESAS INCUMPLIDAS

"El retraso no es una opción..." La proclama del entonces candidato Obama en plena campaña, cuando prometió una reducción de emisiones de CO2 del 20% en el 2020 y del 80% en el 2050, afloraron este lunes, en claro contraste con lo que dijo a su paso por la cumbre del APEC en Singapur, donde admitió que "no es realista" pensar que habrá un tratado en Copenhague.

Para Jake Schmidt, responsable de cambio climático en el influyente Consejo Nacional para la Defensa de los Recursos Naturales (NRDC), la decisión de Obama servirá sin embargo "para ganar un tiempo extra beneficioso", lograr probablemente la aprobación de la ley del cambio climático en el Senado y acudir con impulso renovado a la cumbre post-Compenhague que se celebrará en el 2010.

Al Gore, que hasta el pasado fin de semana mantenía las esperanzas de un acuerdo en Copenhague, no se ha pronunciado aún sobre la decisión de Obama. El ex vicepresidente está manteniendo sin embargo la presión sobre el inquilino de la Casa Blanca para que acuda personalmente a la capital danesa y dé una señal inequívoca de compromiso y liderazgo ante el cambio climático.

(*) La ilustración es de Gatoto, y la noticia de Carlos Fresneda, corresponsal del diario El Mundo en Nueva York

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