Mostrando entradas con la etiqueta bosques. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta bosques. Mostrar todas las entradas

domingo, 3 de noviembre de 2013

El silencio es oro: las minas de Calcídica.

Multinacionales, banqueros y patronos locales se están preparando para meterse en el bolsillo 15 mil millones de euros con una explotación minera a cielo abierto en la región griega de Calcídica. A cambio prometen varios años de salarios a unos trabajadores que, probablemente, serán tirados a la basura cuando el oro se acabe dejando al pueblo griego un paisaje desértico y envenenado. Uno más.

Como es habitual los impulsores del proyecto se defienden acusando a los que lo cuestionan de instigados y retrógrados. Yo en cambio no conozco nada tan racional, moderno y actual como defender la naturaleza, la justicia y la igualdad. Conceptos que no caben en parte alguna de este proyecto, entre otras razones porque las minas que quiere construir European Goldfields no serán minas subterráneas con galerías, como probablemente algunos la imaginan, sino una gran explotación superficial que extraerá el oro después de tratar la tierra con cianuro, convirtiéndola en un desecho y dejando residuos tóxicos, sobre todo de cianuro, arsénico y ácido sulfúrico. Todo ello en unas tierras ocupadas ahora por bosques, 300 de cuyas hectáreas serán arrasadas por las minas. Y aquél que permanezca callado será cómplice del crimen.

Éstas son las cifras para entender el proyecto minero en Calcídica:

11.000.000 DE EUROS
el precio que abonó la empresa Oro Griego (Elinikós Jrisós) para conseguir el derecho de explotación de 31.700 hectáreas en el norte de la provincia de Calcídica, con un contrato firmado con el Estado griego, y tras la mediación de Pajtas, viceministro de Economía en aquel entonces y alcalde del municipio de Aristóteles, en Calcídica, en la actualidad. El contrato fue firmado sin la realización de un concurso previo a él, sino con la adjudicación de la obra a una empresa que se había fundado hacia dos días (¡con un capital de 60.000 euros!), y que estaba exenta de cualquier responsabilidad de recuperar los daños ambientales provocados por la compañía canadiense TVX Gold (huyó una noche de las minas de Cassandra en Calcídica, dejando a 472 trabajadores sin cobrar y una deuda total de 17 millones de euros).

95.700.000 DE EUROS
las ganancias de Bóbolas, Kutras, Timis (los principales accionistas de la empresa “Oro Griego”) de la venta parcial de la empresa a la madre multinacional European Goldfields.

408.000.000 DE EUROS
el valor de mercado de las minas, según ha sido calculado por una agencia internacional, seis meses después de su venta por el Estado griego, o sea 37 veces más el precio de su venta por el Estado griego. Esto no impidió al gobierno griego de aquel entonces subvencionar la empresa “Oro Griego” con 15.000.000 euros.

2.300.000.000 DE EUROS
el valor actual de las minas en el mercado de valores de Toronto, después de la adquisición del 95% de las acciones de ellas por European Goldfields, una empresa multinacional con sede en Canadá, detrás de la cual están fondos y bancos como JP Morgan y Goldman Sachs.

15.436.000.000 DE EUROS
es el valor de los minerales que se encuentran en las minas de Calcídica.

0 EUROS
los beneficios del Estado griego. De acuerdo con el Código de Minería, la riqueza mineral pertenece exclusivamente a las empresas que la explotan y no está prevista la otorgación de derechos al Estado, por su explotación. Es por eso que la Troika[1] se negó a aceptar las minas de Calcídica entre las garantías ofrecidas por el gobierno griego, en el contrato de préstamo firmado entre ella y el gobierno griego.

0,8 GRAMOS POR TONELADA
es el contenido de oro de la tierra en el área de la minería.

18 TONELADAS DE TIERRA
son las que es necesario extraer para poder hacer un anillo de oro.

2 KILÓMETROS
es el diámetro de la mina abierta, la cual estará acompañada de estanques de residuos, donde serán “almacenados” los líquidos tóxicos.

300 HECTÁREAS DE BOSQUE
serán destruidas con el fin de llevar a cabo el proyecto de la extracción.

200.000.000 TONELADAS DE TIERRA
van a ser extraídas en los próximos años, según el proyecto de la empresa. Durante los 2.500 años que llevan funcionando las minas en la región, han sido extraídas 30 millones de toneladas de tierra, de las cuales las 20 millones de toneladas fueron extraídas después de 1927 por las empresas del capitalista griego Bodosakis.

15.000.000 METROS CÚBICOS
la cantidad de agua que se está bombeando al año en el área de las minas, superando el consumo anual de agua de toda la prefectura de Calcídica.

691.000 LITROS
el consumo promedio de agua por cada kilo de oro producido. Aparte del derroche de agua, las consecuencias de un accidente son incalculables. En el año 2000, en Baia Mare de Rumanía, de un planta de extracción de oro se fugaron 100.000 metros cúbicos de agua con concentraciones muy altas de cianuro y de otros metales pesados, llegaron al río Tisla y desde ahí al Danubio, afectando además de Rumania, a Hungría y Serbia, intoxicando el agua potable, matando decenas de miles de peces y destrozando por completo los ecosistemas locales. El accidente ambiental en Baia Mare es considerado el más destructivo en la historia de Europa después de Chernobil. Los daños medioambientales provocados por el funcionamiento de las minas en la localidad Skuriés de Calcídica, no concierne sólo a los pueblos de los alrededores, sino al conjunto de la prefectura de Calcídica (con la contaminación del acuífero), y en caso de accidente también a la ciudad de Tesalónica, y quién sabe a dónde más llegará la contaminación…

(*) Fuentes de la información: Verba-Volant y Coordinadora Abierta de Tesalónica contra las Minas de Oro

Leer más

jueves, 11 de junio de 2009

El fín no justifica los medios

Varios centenares de árboles de una zona de alto valor ecológico cercana al Parque Nacional de Ordesa han sido talados con la excusa de un cortafuegos

Los bosques necesitan protección, eso es un hecho. El desarrollo brutal del ser humano durante las últimas décadas no se ha producido de forma gratuíta sino a costa de una injustificable e irreversible degradación del entorno natural. Hemos de ser conscientes de que nuestro patrimonio natural ha sido expoliado, esquilmado y degradado hasta tal punto que sólo un pequeño porcentaje de esos antiguos bosques que cubrían la península de costa a costa permanecen en un estado aceptable de conservación. Es por ello normal que muchas especies animales que los habitaban hayan desaparecido ya o se encuentren en peligro de extinción. Teniendo en cuenta la gravedad de estos hechos no parece de recibo que en los (arbitrarios) límites de un importante Parque Nacional como es el de Ordesa y Monte Perdido se talen centenares de árboles para realizar un cortafuegos, sobre todo si tenemos en cuenta el alto valor ecológico de la zona y la existencia de alternativas para la protección forestal frente a los incendios.

La denuncia de estos hechos ha sido efectuada por la organización Ecologistas en Acción, aportando además en su página web algunos datos interesantes que transcribo a continuación:

El bosque de pino negro (Pinus uncinata) situado en la Cresta de Diazas en la cara sur del Cañon de Ordesa, se extiende entre los 1750 m y los 2240 m y hace límite con el Parque Nacional de Ordesa y M.P., perteneciendo a su Área Periférica de Protección. Se trata (o se trataba) de una de las mejores masas forestales de pino negro en el Pirineo Central aragonés, además de uno de los pocos testigos naturales del límite superior del bosque en los Pirineos. Hacia el oeste apenas quedan masas forestales de pino negro tan bien conservadas, quizás con la excepción del bosque de Larra, ya en Navarra.

El bosque de la Cresta de Diazas tiene un gran valor ecológico, no solo como hábitat de interés comunitario de conservación prioritaria (9430 de la Directiva de Hábitats) representante del piso subalpino pirenaico, si no por su función de bosque protector, evitando la erosión del suelo en las fuertes pendientes de la alta montaña. Este tipo de bosque alberga especies tan interesantes desde el punto de vista de la conservación como el sarrio, el urogallo, el pito negro o el mochuelo boreal.

El bosque de pino negro de Diazas en concreto, ha sido y es, objeto de estudios sobre la adaptación de las especies forestales al frío de la alta montaña y el seguimiento del cambio climático. Investigadores europeos acuden anualmente a realizar investigaciones en este bosque y ha sido motivo de varias tesis doctorales. En él se ubican parcelas de estudio para el seguimiento de la biodiversidad en proyectos financiados por el Ministerio de Medio Ambiente.

Pues bien, el pasado mes de mayo este excepcional bosque ha sido objeto de un aclareo salvaje totalmente injustificado. Se han talado varios centenares de árboles completamente sanos de un ecosistema subalpino de alto valor ecológico, alterando completamente la estructura del bosque. Muchos de los árboles talados se encuentran en el mismo borde superior del talud formado por una pista forestal (Foto 1), de tal forma que es previsible que, cuando las raíces mueran, todo el suelo que soportan sufra deslizamientos. En otras zonas la capa fértil de suelo tiene poca potencia (Foto 2), por lo que es muy posible que se produzca una rápida erosión y pérdida del mismo.

La destrucción que se ha consumado bajo la excusa de un cortafuegos es un auténtico expolio del patrimonio ecológico, el pretendido cortafuegos es absolutamente inoperante e improcedente, teniendo en cuenta el lugar y como se ha realizado. Es imprescindible que las personas u organismos que han proyectado, realizado y permitido esta tala salvaje, den las explicaciones técnicas necesarias y justifiquen que les ha llevado a autorizar semejante barbaridad. En el siglo XXI y en el marco de la Unión Europea en el que nos deberíamos desenvolver, este tipo de atentados no debería permitirse, ni quedar impunes.

(*) Fuente de la noticia y fotografía de Ecologistas en Acción

Leer más

lunes, 20 de octubre de 2008

Corrupción en Castilla León

El fiscal propone la imputación de la número dos de la Junta de Castilla León por el caso Ciudad del Golf
El vergonzoso caso de la Ciudad del Golf, conocido también como el de Las Navas del Marqués (Ávila) saltó a la luz hace dos años cuando la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León paralizó un polémico proyecto que contemplaba la construcción de 1.600 viviendas, dos campos de golf y un hotel de lujo en una zona protegida y de alto valor ecológico.

Ahora, cuatro años después de iniciarse el proceso, el fiscal jefe de Ávila, Juan Miguel Gómez, ha solicitado la imputación de María Jesús Ruiz, vicepresidenta y consejera de Medio Ambiente de la Junta de Castilla León, basándose en que "la Consejería no tuvo en cuenta sus propias normas, ni tampoco tomó en consideración sus propios informes, no sólo ignorando el procedimiento establecido, sino que la ilegalidad de la resolución es tan evidente y manifiesta que sólo dejaría de percibirla el que tuviera interés en no verla", según consta en el escrito remitido por la fiscalía.

La resolución que dio el visto bueno a la Declaración de Impacto Ambiental "no tuvo en cuenta otros informes" de técnicos que advertían de que la aprobación del plan parcial que autorizaba la recalificación de los terrenos afectaba a una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), un Lugar de Interés Comunitario (LIC) y una Zona de Importancia para la Cigüeña Negra.

El fiscal jefe explica que aunque tuvo clara desde el principio la implicación de Ruiz en el caso, no ha decidido solicitar su imputación hasta haber tomado declaración a los otros 19 imputados y 13 testigos durante la fase de instrucción, a punto de concluir. Existen en su opinión indicios de responsabilidad penal por un delito de prevaricación, por haber dictado una resolución injusta, arbitraria y no razonada en la tramitación de la DIA para favorecer al promotor en 2004.
Otros implicados son el alcalde de Las Navas del Marqués, Gerardo Pérez, del PP, y el secretario del Ayuntamiento, Carlos de la Vega. Para todos ellos el fiscal jefe de Ávila solicita penas de inhabilitación especial.

En cuanto al promotor, Francisco Gómez 'El Paloma', se le responsabiliza de haber cometido un delito contra el medio ambiente al haber causado daños a especies protegidas. Se le acusa de haber talado más de 2.000 árboles entre el 3 y el 9 de octubre de 2006, después de que el TSJ paralizara el proyecto el 29 de septiembre de ese mismo año. Por todo ello podría solicitarse para él una pena de 1 a 4 años de cárcel.

Los colectivos ecologistas se mostraron muy satisfechos al conocer la noticia. No en vano ellos fueron quienes en noviembre de 2006 presentaron la denuncia por la vía penal, junto al sindicato CCOO.

La Ciudad del Golf, en medio del bosque
El caso de la Ciudad del Golf saltó a la opinión pública hace ahora dos años, cuando la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia paralizó este proyecto urbanístico promovido en esta localidad de 5.500 habitantes, situada en las proximidades de la Comunidad de Madrid, por Residencial Aguas Nuevas, S.L.

El alto tribunal anuló entonces la consideración como suelo urbanizable delimitado de las 210 hectáreas de terreno protegido en las que se pretendía realizar 1.600 viviendas, un campo de golf y dos hoteles de lujo con 300 plazas.

La sentencia fue dictada el 29 de septiembre de 2006, pese a lo cual los trabajos de despeje y desbroce comenzaron el 3 de octubre, lo que supuso la tala de unos 2.000 pinos, hasta que el 9 de octubre el Ayuntamiento navero ordenó parar las cortas.

Leer más

martes, 30 de septiembre de 2008

El futuro de los bosques y las selvas primarios, en tu mano

Cómo evitar ser cómplice de las talas ilegales

Desde Adena nos piden un momento de reflexión para que tomemos conciencia de la responsabilidad que como consumidores tenemos en la destrucción de los bosques y otros habitats naturales fundamentales, al ejercer nuestras compras a la ligera, sin tener en cuenta el origen o la sostenibilidad de los productos fabricados con madera que adquirimos. Es cierto que las autoridades tienen a su vez gran parte de la culpa al seguir permitiendo la entrada en España de grandes partidas de madera ilegal, y al no exigir a las empresas una mayor información al consumidor sobre el origen de los productos que nos venden, pero esto no es en realidad ninguna excusa pues al final somos nosotros, los consumidores, los cómplices imprescindibles de este crimen contra la naturaleza que sigue ocurriendo cada día: en nuestra mano está dejar de serlo siguiendo las pautas que nos da Adena en su artículo Cómo evitar ser cómplice de las talas ilegales

Diga ¡No a la madera de origen ilegal o insostenible!
No sea cómplice de la destrucción de los bosques. Exija a su proveedor pruebas de que la madera que está adquiriendo es de origen legal y ha sido aprovechada de forma social y ambientalmente responsable.

Antes de aceptar un suministro, hágase un par de preguntas:
* ¿Conoce el origen de las maderas y productos forestales que entran en su almacén?
* ¿Conoce las especies forestales que está vendiendo?

Recuerde que si su proveedor:
* no puede asegurarle la trazabilidad hasta el bosque de origen de la madera contenida en el producto;
* no quiere decirle cuál es su fuente de suministro; o
* sus explicaciones son difusas y poco creíbles.
puede estar haciéndole cómplice del deterioro forestal mundial.

Para marginar la madera de origen ilegal y de origen conflictivo, es importante desarrollar una política de compra responsable de productos forestales y comunicarla:
* entre sus proveedores, para que éstos puedan dirigir su trabajo hacia el aprovisionamiento de maderas procedentes de bosques bien gestionados; y;
* entre su personal y colaboradores

Para comunicar su política de compra responsable puede:
* Realizar sesiones de formación para todos los afectados por los requerimientos de su nueva política de compra de productos forestales.
* Elaborar y distribuir material de comunicación, por ejemplo folletos, página Web,...
* Comunicar su compromiso a través de su página web, de sus informes anuales...
* Concienciar a los consumidores de que ellos son parte de la solución para la conservación de los bosques al elegir productos certificados.
* Colaborar con WWF/Adena desde la Red Ibérica de Comercio Forestal.

Contacte con la Red Ibérica de comercio forestal para obtener más información sobre cómo desarrollar su política de compras responsable y para:
* conocer el origen de su madera;
* recibir información sobre como mejorar su cadena de suministro
* conocer las oportunidades y beneficios de una cadena de suministro que evita la madera ilegal y conflictiva.

Por último, asegúrese de que usa especies no amenazadas en las listas de CITES y en la LISTA ROJA DE ESPECIES AMENAZADAS de la (IUCN). También puede encontrar una base de datos actualizada sobre especies protegidas en Global Trees.

Leer más

miércoles, 9 de enero de 2008

Quien descontamina, que cobre

Al menos ésa es la tesis que sostiene Carlos Romero en su interesante artículo aparecido hace unos días en www.soitu.es : que el estado subvencione y ofrezca ventajas fiscales a los propietarios de terrenos con bosques. No es una mala idea, ya que favorecería su conservación y cuidado. Pero encuentro un problema de base: ¿por qué hoy día sigue habiendo bosques en manos privadas? ¿No es esto un despropósito?

Tampoco creo que haga falta ser muy comunista para entender que ciertas materias deberían quedar fuera del mercado, que es aberrante que en el año 2008 alguien pueda seguir siendo propietario de un bosque. En mi opinión habría que compensar a estos propietarios, pero sólo una vez y para siempre, pasando inmediatamente estos terrenos tras una justa compensación a ser propiedad del estado.

Transcribo a continuación el artículo de Carlos Romero sobre la economía de los bosques:

En estos tiempos en los que las ayudas para impedir la deforestación vuelven a cobrar gran importancia en el marco de la lucha contra el cambio climático (ver la Hoja de Ruta de Bali), parece necesario contribuir al debate sobre la mejor manera de formularlas. Las políticas públicas de ayuda al sector forestal pueden parecer a simple vista generosos mecanismos para "regalar" dinero público, o sea, de todos, a los propietarios forestales. Sin embargo, en lugar de eso se trata de incentivar a los propietarios a que tomen decisiones óptimas para el conjunto de la sociedad.

Para ello, comencemos por entender que los bosques son sistemas biológicos con propósitos múltiples. En efecto, la producción de madera es un uso importante aunque no único, ni necesariamente el más importante. Además de producir madera, los bosques juegan un papel esencial como defensores del suelo contra la erosión, capturadores de CO2 atmosférico, protectores de la biodiversidad, etc. En el caso de los montes naturales, esta serie de usos no madereros generan para la sociedad una utilidad mayor que la generada por la producción de madera y otros derivados.

Todos los productos no madereros son, desde un punto de vista económico, bienes públicos. Como tales, su principal característica consiste en que aunque su producción incrementa el bienestar de la sociedad, no existen mercados para los mismos, por lo que su producción no es retribuida. Es decir, son productos que en general no tienen valor de cambio, pero si poseen otros tipos de valor (de uso, de opción, de existencia...) que resultan estratégicos para el bienestar de la sociedad.

Dada la estructura de propiedad privada de la mayor parte de los bosques de España, las consideraciones anteriores conducen a una clara paradoja. La sociedad demanda de los bosques una serie de bienes públicos vitales para su bienestar. Sin embargo, no existen mecanismos institucionales para compensar económicamente a los proveedores de los mismos.

Esta paradoja conduce a una divergencia entre lo que es óptimo desde el punto de vista privado (del propietario) y desde el punto de vista de la sociedad en su conjunto. Tal tipo de divergencia implica lo que técnicamente se denomina un "fallo de mercado", que conduce a una asignación de recursos socialmente ineficiente.
Usos no madereros generan para la sociedad una utilidad mayor que la producción de madera

Es necesario desarrollar mecanismos que incentiven la producción de estos bienes públicos "sin mercado". Estos mecanismos pueden basarse tanto en ventajas fiscales, como en la fijación de subvenciones, que al incluirlas el propietario en sus cálculos contables, hagan desaparecer (o atenuar) la comentada divergencia entre el óptimo privado y el social.

Por todo ello, las políticas públicas de ayuda al sector forestal pretenden incentivar a los propietarios a que tomen decisiones socialmente óptimas. En definitiva, se pretende emplear dinero público para la restauración de la eficiencia asignativa del mercado. En otras palabras, se pretende que un diseño organizativo basado en la propiedad privada y complementado con las "adecuadas" ayudas públicas permita una gestión de los ecosistemas forestales que resulte óptima para el conjunto de la sociedad.

Es decir, el muy necesario principio de "quién contamina paga" hay que ampliarlo con el principio de "a quién descontamina se le compensa". Los responsables de la política forestal no parece que compartan las ideas expuestas en estas líneas. Así, todo hace indicar que los vientos no van a soplar en la dirección de racionalizar los actuales sistemas de subvenciones, sino más bien en la dirección opuesta.

*Carlos Romero es responsable del Grupo de Investigación Economía y Sostenibilidad del Medio Natural de la Universidad Politécnica de Madrid y premio Nacional de Economía y Medio Ambiente.

Leer más

jueves, 3 de enero de 2008

La latitud, los bosques y el CO2

Según un reciente estudio, los bosques del norte no absorben tanto CO2 como se pensaba, pues la fijación de dióxido de carbono que se produce en primavera prácticamente se anula en otoño. Transcribo a continuación la noticia aparecida hoy en el Diario Público.

Por cada tonelada de dióxido de carbono que escupen los tubos de escape y las chimeneas de las centrales térmicas, 500 kilogramos quedan retenidos en océanos y bosques, auténticos sumideros de CO2. Sin embargo, se ha descubierto que este efecto es mucho menos acusado en los bosques del norte. Un estudio publicado hoy en Nature sugiere que, en los ecosistemas terrestres de latitudes septentrionales, desde Rusia a Canadá, la absorción de CO2 que se produce en primavera se anula con la liberación de este gas de efecto invernadero en otoño. El circo de la contaminación juega sin red, y se vuelve aún más importante preservar las selvas tropicales.

En las últimas dos décadas, la temperatura en latitudes septentrionales ha aumentado 0,8 grados centígrados en primavera y 1,1 en otoño. Hasta ahora, se pensaba que la dilatación de la primavera a causa del calentamiento aumentaba la actividad fotosintética, caracterizada por la fijación de dióxido de carbono y la liberación de oxígeno.

Sin embargo, un equipo de investigadores del Global Carbon Project, encabezado por Shilong Piao, del Laboratorio de Ciencias del Clima y el Medio Ambiente de París, ha demostrado que el aumento de las temperaturas en otoño intensifica la fotosíntesis, pero sobre todo la respiración de las plantas, el proceso en el que captan oxígeno y liberan dióxido de carbono.

Este estudio tira por tierra la esperanza de que los bosques del norte de Eurasia y América actuaran como un amortiguador frente al calentamiento global, y obliga a los científicos del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU (IPCC) a recalcular sus predicciones. Los propios autores de la investigación lanzan el guante en Nature a los miembros del IPCC: "El impacto asimétrico del calentamiento en otoño y primavera en el balance de carbono aporta una incertidumbre significativa a las futuras proyecciones".

El investigador John B. Miller, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU, advierte en Nature del peligro de la desaparición de los sumideros de carbono. "Desafortunadamente, no tenemos garantía de que los bosques y los océanos sigan absorbiendo el 50% de las emisiones de CO2, y si esta actividad desaparece, sufriremos las consecuencias totales de la utilización de combustibles fósiles", señala Miller.

Sin embargo, el científico estadounidense abre una puerta a la esperanza: "Dado el aumento de la productividad de la biomasa en los trópicos, y la escasa observación de esta región, no sería de extrañar que allí existieran sumideros de carbono en expansión". El futuro del planeta se encuentra en las selvas tropicales.

Leer más