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sábado, 5 de agosto de 2017

¿La gata negra? La España negra

Han tenido que llegar las redes sociales para que descubramos que en este país seguimos con un pie en el medievo. Me entero a través de Ana Moreno (quien a su vez se hacía eco de la denuncia pública del caso realizada por la Asociación ecologista ARCA) de que lanzar a una gata negra -asustada y desorientada- desde un estrado para que la persiga una muchedumbre de antropomorfos es considerado "Fiesta de interés turístico regional" en Cantabria. ¿Tendrá algo que ver en ello quizás que nuestra llamada "fiesta nacional" sea la tortura y muerte ritual de un toro? Por no hablar del poso que nos dejan la cosificación y el utilitarismo simplón vividos día a día en el horror normalizado del capitalismo cotidiano.

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Así lo cuenta Ana en su cuenta de Facebook:

"La Junta Vecinal de Carasa, con el beneplácito del Ayuntamiento de Voto, Cantabria, lleva a cabo cada año una fiesta denominada “La Gata Negra". Esta fiesta consiste en transportar a una gata en un carro, tirado por un burro, y después de recitar en versos ironías y críticas, se suelta a la gata para que escape despavorida y perseguida por la gente. Hace unos años, la Asociación Ecologista ARCA denunció a la Junta Vecinal de Carasa ante la Consejería de Ganadería por vulnerar la Ley de Protección de los Animales.

Según relata la asociación ARCA: “Los hechos se produjeron cuando en un escenario, y ante la presencia de numeroso público, se exhibió un saco cerrado en el que se anunciaba la presencia de una gata negra. Después se leyó un pregón y se abrió el saco forzando la salida de una gata negra, con claros síntomas de estar muy asustada y desorientada, y fue lanzada desde un escenario de más de dos metros de alto al público. Inmediatamente después un grupo de chicos salió corriendo detrás del animal, que sufrió varias patadas en su huida, y se refugió en la copa de un árbol, al tiempo que sus perseguidores comenzaron a lanzarla piedras y palos mientras gritaban que había que matarla".

Es inconcebible, que en pleno siglo XXI, el sufrimiento de una pobre gata sea una Fiesta de Interés Turístico Regional. Dinero público para maltratar indefensos animales."

La "fiesta" y la "tradición" como formas perfectas de hacer masa de los individuos y su razón. Al tiempo que nos atribuimos una supuesta superioridad en base a una supuesta "racionalidad" para abusar sin límites de otras especies a las que se tacha de "irracionales" renunciamos a ese factor diferencial de "racionalidad" siguiendo el dictado de la masa -irracional por definición- sin cuestionar jamás ni el sentido ni la vigencia de las más irracionales herencias y tradiciones. Hay que considerar también cómo en este país la idea de fiesta va indisolublemente unida al consumo de alcohol, pues parece que lo bueno y lo divertido es dejar de ser uno mismo, dejar de pensar, es decir, negarse y celebrar la irracionalidad.

Puedes firmar aquí para pedir que estos episodios de maltrato animal no vuelvan a ocurrir. Gracias por apoyar y difundir la denuncia.

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martes, 24 de agosto de 2010

Españoles por el mundo...

Después de dejar España enladrillada de costa a costa las empresas constructoras buscan nuevos espacios vírgenes en el extranjero para arrasarlos impunemente con lucrativos megacomplejos turísticos al estilo de Cancún.

Greenpeace, junto con las organizaciones Wildcoast, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) y Amigos para la Conservación de Cabo Pulmo A.C (ACCP), ha presentado esta mañana en México DF el informe Cabo Cortés: destruyendo el paraíso. En él se expone cómo Hansa Urbana, controvertida empresa de origen español (de Alicante, sin ir más lejos), tiene previsto construir un megacomplejo turístico en la zona protegida de Cabo Pulmo. Las organizaciones piden que no se lleve a cabo este proyecto, que pone en riesgo un ecosistema considerado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO.

En 2008 Hansa Urbana obtuvo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México (SEMARNAT) la autorización para iniciar la construcción de Cabo Cortés en Los Cabos (Baja California Sur). Proyectado sobre una extensión superior a 3.800 hectáreas, contaría con un puerto deportivo de 490 amarres, dos campos de golf, capacidad para 30.000 habitaciones y 5.000 viviendas para los trabajadores, es decir una capacidad habitacional casi igual a la de Cancún. Este desarrollo colinda con Cabo Pulmo, un Parque Marino Nacional que es parte de la lista del Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO, y que en 2008 fue incluido en el Convenio RAMSAR para la protección de humedales de importancia internacional. Tras dos años de lucha, y tras interponer recursos legales ante el CEMDA y Defensa Ambiental del Noroeste (DAN), la SERMANAT decidió recientemente que no debía autorizar el proyecto.

Greenpeace considera que el hecho de que se otorgara inicialmente la autorización y ahora se pretenda modificar debido a irregularidades pone en evidencia la falta de rigurosidad a la hora de aprobar proyectos que ponen en riesgo el medio ambiente. “Es increíble que autorice un proyecto depredador como Cabo Cortés con un solo trámite y dos años después, sólo por la presión de la sociedad y recursos legales, se decida modificar la autorización. ¿Cuántos proyectos similares existen con autorizaciones que implican el daño a ecosistemas? No queremos que se modifique la autorización de Cabo Cortés, queremos que se cancele pues hay argumentos que van más allá de los recursos legales, que ponen en riesgo a Cabo Pulmo”, explicó Alejandro Olivera, portavoz de Greenpeace México.

Cabe señalar que la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (CONANP) emitió en julio de 2009 una opinión negativa sobre el informe de impacto ambiental presentado por la constructora Hansa Urbana, y sobre el impacto potencial del proyecto. También existe una opinión técnica de la Dirección General de Política Ambiental e Integración Regional y Sectorial de la Semarnat, que ha señalado la inviabilidad legal del proyecto dado que contraviene tanto el Plan de Ordenamiento Ecológico de Los Cabos como programas sectoriales y legislación. A pesar de esto la Semarnat decidió autorizarlo en 2008.

“Cabo Cortés puede tener un impacto totalmente destructivo sobre el arrecife de coral y todo el ecosistema. Su estudio de impacto ambiental presenta numerosas deficiencias que no han sido corregidas; se basa en información falsa o errónea; no analiza a fondo algunos de los impactos potenciales más graves; y no tiene en cuenta los problemas sociales que puede generar la llegada masiva de trabajadores a una región poco poblada y escasa de servicios”, ha denunciado Fay Crevoshay portavoz de Wilcoast.

La empresa promotora de Cabo Cortés, la constructora Hansa Urbana acumula en España una serie de investigaciones por irregularidades en el proceso de aprobación de su proyecto Novo Carthago (Cartagena, Murcia) especialmente en lo que se refiere a la tramitación urbanística y el proceso de recalificación de los terrenos. La Fiscalía de Murcia lo ha investigado después de conocer que el campo de golf va a construirse en un paraje protegido por la Unión Europea como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC). Por otro lado, en mayo de 2010 Rafael Gálea, director general de Hansa Urbana fue llamado a declarar por un juez en calidad de imputado, ya que existen “indicios racionales” de participación en delitos contra la Hacienda Pública y falsificación de documentos. La cuantía de los delitos superaría los seis millones de euros.

Greenpeace considera inaceptable que las empresas inmobiliarias y turísticas españolas, actores clave en el desarrollo insostenible llevado a cabo en España durante los últimos años, y que ahora se demuestra agotado, pretendan reproducir en otros países el desastre que ya han causado aquí. “Su modelo de negocio a corto plazo deja de lado los peligrosos impactos sociales, medioambientales y laborales de sus proyectos e hipoteca el bienestar de las generaciones futuras a cambio de beneficios rápidos para unos pocos. El proyecto de Cabo Cortés puede tener un impacto especialmente nefasto al afectar un ecosistema único, protegido nacional e internacionalmente y cuidado por los habitantes de la zona. Por eso nunca debe construirse”, ha explicado en México Mabel Bustelo de Greenpeace España.

Las organizaciones demandan que Cabo Cortés no sea autorizado y en su lugar proponen que se promuevan intensivamente los esfuerzos de protección de Cabo Pulmo por parte de la comunidad local, que ha usado un modelo de turismo respetuoso con el medio ambiente.

“Nosotros hemos vivido del ecoturismo y de la protección al área marina protegida de Cabo Pulmo. El proyecto Cabo Cortés pone en riesgo nuestro sustento de vida. No hemos sido considerados a pesar de que estamos en su área de influencia. Es injusto que se le otorgue la concesión de 4,5 millones de metros cúbicos anuales de agua en una zona desértica cuando a nosotros nos hace falta y que se descarguen salmueras que vayan a dar al arrecife”, concluyó Mario Castro, habitante de la comunidad de Cabo Pulmo y vicepresidente fundador de ACCP.

IMPACTOS DEL PROYECTO
- La planta desalinizadora descargará 500 litros por segundo de amargos y salmueras que pueden ir hacia al arrecife de Cabo Pulmo.

- Contraviene la legislación que establece que cualquier nuevo proyecto turístico debe asegurar su propio abastecimiento de agua y el de los núcleos de población que se generen como consecuencia. Sin embargo este proyecto, si se desarrolla íntegramente, consumirá el agua equivalente a una ciudad de 71.000 habitantes (4,5 millones de metros cúbicos anuales).

- No se tienen en cuenta los posibles impactos del cambio climático y los pronósticos de un cambio del nivel del mar en el Pacífico.

- La marina modificara el perfil de la costa y afectará a la vida en los fondos arenosos y a la disposición de la arena. Cuando esté funcionando se generará un importante tráfico, que previsiblemente causará vertido de combustibles, basuras y ruidos que afectarán a la zona y más allá.

- La autorización contraviene lo recomendado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) ya que Cabo Pulmo se encuentra sin duda en la zona de influencia del proyecto.

- El estudio presenta problemas de identificación y de falta de muestreos adecuados y suficientes se presentan en relación aves, mamíferos y reptiles, varios de ellos especies en riesgo.

En la web de Greenpeace puedes ver una galería con imágenes de este espacio natural único amenazado por la constructora Hansa Urbana.

(*) Fuente de la noticia: GREENPEACE

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jueves, 11 de junio de 2009

El fín no justifica los medios

Varios centenares de árboles de una zona de alto valor ecológico cercana al Parque Nacional de Ordesa han sido talados con la excusa de un cortafuegos

Los bosques necesitan protección, eso es un hecho. El desarrollo brutal del ser humano durante las últimas décadas no se ha producido de forma gratuíta sino a costa de una injustificable e irreversible degradación del entorno natural. Hemos de ser conscientes de que nuestro patrimonio natural ha sido expoliado, esquilmado y degradado hasta tal punto que sólo un pequeño porcentaje de esos antiguos bosques que cubrían la península de costa a costa permanecen en un estado aceptable de conservación. Es por ello normal que muchas especies animales que los habitaban hayan desaparecido ya o se encuentren en peligro de extinción. Teniendo en cuenta la gravedad de estos hechos no parece de recibo que en los (arbitrarios) límites de un importante Parque Nacional como es el de Ordesa y Monte Perdido se talen centenares de árboles para realizar un cortafuegos, sobre todo si tenemos en cuenta el alto valor ecológico de la zona y la existencia de alternativas para la protección forestal frente a los incendios.

La denuncia de estos hechos ha sido efectuada por la organización Ecologistas en Acción, aportando además en su página web algunos datos interesantes que transcribo a continuación:

El bosque de pino negro (Pinus uncinata) situado en la Cresta de Diazas en la cara sur del Cañon de Ordesa, se extiende entre los 1750 m y los 2240 m y hace límite con el Parque Nacional de Ordesa y M.P., perteneciendo a su Área Periférica de Protección. Se trata (o se trataba) de una de las mejores masas forestales de pino negro en el Pirineo Central aragonés, además de uno de los pocos testigos naturales del límite superior del bosque en los Pirineos. Hacia el oeste apenas quedan masas forestales de pino negro tan bien conservadas, quizás con la excepción del bosque de Larra, ya en Navarra.

El bosque de la Cresta de Diazas tiene un gran valor ecológico, no solo como hábitat de interés comunitario de conservación prioritaria (9430 de la Directiva de Hábitats) representante del piso subalpino pirenaico, si no por su función de bosque protector, evitando la erosión del suelo en las fuertes pendientes de la alta montaña. Este tipo de bosque alberga especies tan interesantes desde el punto de vista de la conservación como el sarrio, el urogallo, el pito negro o el mochuelo boreal.

El bosque de pino negro de Diazas en concreto, ha sido y es, objeto de estudios sobre la adaptación de las especies forestales al frío de la alta montaña y el seguimiento del cambio climático. Investigadores europeos acuden anualmente a realizar investigaciones en este bosque y ha sido motivo de varias tesis doctorales. En él se ubican parcelas de estudio para el seguimiento de la biodiversidad en proyectos financiados por el Ministerio de Medio Ambiente.

Pues bien, el pasado mes de mayo este excepcional bosque ha sido objeto de un aclareo salvaje totalmente injustificado. Se han talado varios centenares de árboles completamente sanos de un ecosistema subalpino de alto valor ecológico, alterando completamente la estructura del bosque. Muchos de los árboles talados se encuentran en el mismo borde superior del talud formado por una pista forestal (Foto 1), de tal forma que es previsible que, cuando las raíces mueran, todo el suelo que soportan sufra deslizamientos. En otras zonas la capa fértil de suelo tiene poca potencia (Foto 2), por lo que es muy posible que se produzca una rápida erosión y pérdida del mismo.

La destrucción que se ha consumado bajo la excusa de un cortafuegos es un auténtico expolio del patrimonio ecológico, el pretendido cortafuegos es absolutamente inoperante e improcedente, teniendo en cuenta el lugar y como se ha realizado. Es imprescindible que las personas u organismos que han proyectado, realizado y permitido esta tala salvaje, den las explicaciones técnicas necesarias y justifiquen que les ha llevado a autorizar semejante barbaridad. En el siglo XXI y en el marco de la Unión Europea en el que nos deberíamos desenvolver, este tipo de atentados no debería permitirse, ni quedar impunes.

(*) Fuente de la noticia y fotografía de Ecologistas en Acción

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