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lunes, 22 de julio de 2019

¿Una sociedad de hombres y mujeres libres e iguales en armonía con la naturaleza?

En su discurso de investidura para presidir el gobierno de España Pedro Sánchez ha propuesto "una sociedad de hombres y mujeres libres e iguales en armonía con la naturaleza".

¿Qué quiero eso decir en lo concreto? Nada. Palabras vacías. ¿Cabe mayor hipocresía que hablar de "armonía con la naturaleza" tras un discurso dedicado a sostener el dogma de la necesidad del crecimiento económico cuando éste es siempre e inevitablamente a costa de la naturaleza?

Es más, el lider del PSOE ha celebrado explícitamente y puesto de ejemplo el reciente acuerdo de comercio de la Unión Europea con Mercosur, un acuerdo con (entre otros) el Brasil de Bolsonaro y la Argentina de Macri que facilita el acceso al mercado europeo de las empresas ganaderas que están devastando la selva amazónica (8.000 kilómetros cuadrados sólo en 2018) al tiempo que, a cambio, abre el mercado sudamericano a las exportaciones europeas de coches y recambios.

Aparte de esto Pedro Sánchez se ha permitido usar dos sustantivos de la vida animal, "manada" y "lobo solitario", para referirse a los violadores, cuando en la naturaleza ni las manadas ni los lobos han violado nunca a nadie: quienes violan forman parte de una especie concreta y conocida, la humana, y tienen un sexo también concreto y conocido, el masculino. Los animales no violan, nunca, ninguno: violan los hombres. Y hoy Pedro Sánchez, mintiendo, ha violado las ideas que debería defender la izquierda, en línea con su partido y de acuerdo con esta Unión Europea que es la máxima expresión de la hipocresía.

(*) Más información sobre los efectos para el medio ambiente del acuerdo de la Unión Europea con Mercosur en este artículo de Greenpeace.


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miércoles, 9 de agosto de 2017

Vegetarianos financiando ganaderos, todo es posible en la UE

Los vegetarianos residentes en la Unión Europea también ayudamos a financiar las explotaciones ganaderas donde se maltrata, mata y descuartiza a animales gracias su política de subvenciones.

Que paren la UE, que me bajo.



Así lo cuenta Daniela Romero Waldhorn en su artículo La carne que pagamos todos en El Caballo de Nietsche (eldiario.es):

Cada año, la Unión Europea (UE) subvenciona la producción de alimentos de origen animal con miles de millones de euros de nuestros bolsillos. A través de la Política Agraria Común (PAC), la UE mantiene un liderazgo a escala global en ayudas al sector ganadero. Efectivamente, según los últimos datos de la OCDE (2017), la UE aparece como la primera región en intervenciones estatales a favor de distintos tipos de carne, leche y huevos. 
En el año 2016 las financiaciones específicas para la producción de carnes de vacuno, pollo, oveja, cerdo, así como de leche y huevos, superaron los 13.600 millones de euros. Esta cifra equivale a una quinta parte del gasto público en salud en España en ese mismo año. 
Las grandes empresas del sector ganadero, muchas de ellas estrechamente relacionadas y altamente concentradas, han utilizado el dinero público para rentabilizar el uso de animales a su beneficio. Los subsidios concedidos han contribuido a la disponibilidad de piensos asequibles y para la intensificación de la ganadería, especialmente, para la explotación de pollos y cerdos. Ello ha tenido consecuencias trágicas para miles de millones de animales: vidas cautivas entre rejas, casi sin poder moverse; miles de individuos hacinados en enormes cobertizos sin ventilación; animales que jamás han sentido el calor del sol, la brisa en su rostro, la hierba bajo sus patas, o la extensión de sus alas. Pollitos machos triturados completamente conscientes, porque no son útiles para la industria del huevo. Pollos forzados a engordar hasta el punto en que sus patas se fracturan, incapaces de sostener su propio peso. Terneros criados en cubículos tan reducidos, que no pueden voltearse, mientras reclaman con desesperación a sus madres, a las que no volverán a ver jamás. Animales mutilados vivos, mientras otros desfallecen incapaces de soportar condiciones de vida tan paupérrimas. En definitiva, nuestro dinero se emplea para enriquecer a unos, mientras vivimos a expensas de la miseria de otros.



(*) crédito de las fotografías: organización animalista Igualdad Animal

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jueves, 12 de enero de 2017

Buenas noticias desde Francia

"Ojos que no ven, corazón que no siente". Conforme va aumentando el conocimiento público de los horribles métodos de la ganadería industrial es la propia sociedad la que -por fín sensibilizada- reacciona y demanda un cambio.

huevos,españa,codigo,numero,produccionLa reciente difusión en Francia de imágenes sobre las malas prácticas de la ganadería industrial en el sector de la producción de huevos han generado una gran polémica entre los consumidores y cada vez son más los que demandan cambios al sector. Ante esto las grandes cadenas de distribución han empezado a establecer compromisos para dejar de comercializar huevos procedentes de gallinas enjauladas en el año 2020.

Sorprende que aún haya mucha gente que desconoce que la producción de huevos todavía se hace masivamente en jaulas diminutas donde las gallinas pasan la vida sin apenas poder moverse, o en el suelo de naves industriales hacinadas y sin acceso al exterior. Como ya comentamos hace años en este mismo blog las distintas formas de producción vienen identificadas por el primer dígito impreso en los huevos desde hace años: 3 para gallinas enjauladas, 2 suelo en nave, 1 camperos (acceso aire libre), 0 ecológicos (aire libre y alimentación ecológica).

(*) fuente de la noticia: Francia da la espalda a los huevos de las gallinas criadas en jaulas (El Periódico)

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miércoles, 11 de marzo de 2015

Detrás de los números

Detrás de los números hay seres vivos que temen por su vida y sufren igual que tú o yo. Los últimos años han encontrado su hueco en los informativos cosas como la prima de riesgo, las subidas y bajadas del IBEX35, las variaciones mensuales de los niveles de ventas de coches o pisos -todas ellas cifras que ni me dicen nada ni me sirven para nada- pero, ¿alguna referencia a los animales más allá de su valor como factor de producción? Vivimos en una sociedad enferma.

Buena muestra de esto es lo ocurrido con miles de animales durante el reciente desbordamiento del río Ebro en Aragón, asunto al que Marta Navarro ha dedicado su último artículo en eldiario.es:
"A pesar de los problemas y de la mala gestión, se ha ido realizando cada día el seguimiento de los pueblos inundados o con posibilidad de serlo. Pero, mientras se atendía a las personas y se cuantificaban las pérdidas económicas, miles de animales desaparecían bajo el agua. Animales de granja flotando en el río, ovejas, vacas, cerdos, gallinas, más de diez mil animales ahogados. También perros, gatos y caballos que no fueron rescatados a tiempo por sus dueños o en los que simplemente nadie pensó. De todo ha habido: familias que se negaron a subir al zodiac sin su perro, que se negaron a abandonar sus casas sin sus animales, pero también propietarios de fincas que dejaron a sus perros atados sin preocuparse de más. Y ellos, los animales, como siempre invisibles para la administración, que sólo ve en su muerte "pérdidas económicas""
Enlace al artículo completo aquí.

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domingo, 19 de enero de 2014

Sobre los derechos de los animales y la indiferencia hacia su sufrimiento

Recomiendo a cualquiera con un mínimo de sensibilidad leer este artículo de Rafael Narbona sobre los derechos de los animales y la indiferencia con que nuestra sociedad trata su incuestionable sufrimiento:

"sólo nuestra perspectiva como especie superior y con derechos y privilegios exclusivos puede explicar nuestra indiferencia hacia el sufrimiento de otras especies, condenadas a la estabulación, la muerte violenta y el consumo (en los mataderos industriales). No pierdo la esperanza de que algún día rectifiquemos y olvidemos nuestras viejas excusas y pretextos. Los animales experimentan miedo, angustia, vulnerabilidad, pero su cerebro limita su vida moral. No se les puede exigir una racionalización de sus impulsos que regule sus actos de acuerdo con preceptos éticos. Le sucede lo mismo a los niños pequeños o a ciertas personas con la mente herida por culpa de una cruel enfermedad, pero no es menos cierto que esa impotencia suele convivir con la ternura y la demanda de afecto y protección. Sólo el que ha mirado a los ojos de un animal y no ha descubierto su profundo desamparo, puede ignorar que Auschwitz y un matadero industrial nacen del mismo desprecio hacia la vida y el dolor ajenos. Tal vez necesitemos una nueva época de Ilustración para comprender que cualquier utopía debe incluir los derechos de los animales, negados y escarnecidos por una humanidad obtusa y autocomplaciente."


Las respuestas habituales con las que me encuentro al tratar estos temas con amistades y conocidos suelen ser de este tipo: "es un mal necesario"; "prefiero no pensar en ello"; "es ley de vida"; "a mí es que me encanta el jamón", etc. Todas y cada una de ellas carecen de un razonamiento ético profundo y podrían resumirse en una estrofa de los Beatles que dice:  
"living is easy with eyes closed misunderstanding all you see"

Abran los ojos y detrás vendrá el corazón.

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domingo, 9 de enero de 2011

Ganaderia Industrial, Pienso Industrial y Dioxinas

Alemania quiere contundencia en el caso de los alimentos contaminados con dioxinas que ha afectado a casi 5.000 establecimientos agrícolas y cuyos productos han sido distribuidos por varios países europeos

Cuando el beneficio económico es el único factor importante para un productor, casos tan graves como el actual de las dioxinas en Alemania no es raro que salgan a la luz con cierta frecuencia. Al fín y al cabo, para una empresa el dinero siempre prevalece sobre el bienestar de los trabajadores, sobre la salud de los consumidores, y no digamos ya sobre el bienestar de los animales, gracias a los cuales (a su explotación) obtienen ese deseado lucro económico.

Y esto ocurre porque desde hace años en la ganadería industrial el animal se ha convertido en un mero factor de producción, así que cuanto más se rebaje el gasto por unidad, mayor será el beneficio a obtener por la empresa productora. Así que con la industrialización de la ganadería los animales son hacinados en condiciones deplorables (cuanto más juntos, menor será la superficie necesaria de la explotación ganadera, y por tanto más rentable), con un régimen de alimentación basada en piensos industriales (más baratos que los cereales) que nada tiene que ver con lo que sería natural y deseable.

En Alemania la alarma sanitaria comenzó la semana pasada cuando se dio a conocer que algunos huevos de granjas alemanas donde las gallinas comían piensos con esas dioxinas habían sido contaminados, y las autoridades dijeron que habían descubierto que algunos alimentos para aves y cerdos habían sido contaminados desde marzo.

Las operaciones en 4.700 establecimientos agrícolas alemanes fueron cerradas y miles de gallinas sacrificadas en ocho estados alemanes, en un intento por impedir que los suministros alimentarios sean contaminados por el pienso afectado que llegó a establecimientos de aves de corral y criaderos de cerdos.

¿QUÉ SON LAS DIOXINAS?
Las dioxinas son compuestos muy tóxicos formados en la quema de desperdicios y en otros procesos industriales, que han resultado muy nocivas para mujeres embarazadas y contribuyen a aumentar las probabilidades para cualquier persona que las ingiera de padecer cáncer. En este caso las dioxinas han pasado a la cadena de producción de alimentos al utilizarse aceites de uso industrial en la fabricación de piensos destinados al consumo animal.

REACCIONES EN ALEMANIA
Alemania pidió el domingo una fuerte acción legal contra los responsables de contaminar alimentos con dioxinas cancerígenas que ha llevado a la prohibición de algunos productos agrícolas. La ministra de Agricultura, Ilse Aigner, describió la conducta que provocó que niveles excesivos de una toxina química entrase en la alimentación animal de "acto criminal".

"Este es un gran revés para nuestros granjeros. Han sido arrastrados a esta situación por las enfermizas maquinaciones de unos pocos", dijo en una entrevista con el diario Bild am Sonntag. "Es difícil librarse de la sospecha, dado lo que sabemos hasta ahora, que esa energía criminal se combinó con una alarmante falta de escrúpulos. El poder judicial debe actuar con dureza".

Los fiscales alemanes que investigan a la compañía responsable de contaminar los piensos con dioxinas ya han dicho que pueden presentar cargos criminales contra la empresa, un distribuidor de aceites para la producción de piensos animales conocido como Harles und Jentzsch.

El sábado, la ministra de Agricultura alemana dijo que los excesivos niveles de dioxina se habían hallado también en algunas granjas alemanas de ave de corral, aunque la carne de pollo contaminada no fue vendida y las gallinas en cuestión fueron sacrificadas y sus cuerpos destruidos.

REPERCUSIÓN INTERNACIONAL
La alerta ha causado también prohibiciones temporales a la importación de carne alemana y productos de ave de corral en Corea del Sur y Eslovaquia, y una caída de la demanda de huevos. Un sondeo de Bild am Sonntag indicó que uno de cada cinco alemanes estaba evitando sus estimados huevos pasados por agua en el desayuno.

Bild am Sonntag también dijo, sin citar fuentes, que el estado de Baja Sajonia preveía que decenas de miles de cerdos habían resultados contaminados por los piensos. Las autoridades agrícolas regionales no respondieron por el momento a los requerimientos para más detalles.

Corea del Sur, que importó un total de 6.266 toneladas de cerdo alemán en 2010, dijo no obstante que los productos ganaderos importados desde Alemania no habían mostrado signos de contaminación.

Autoridades y organizaciones de agricultores han reclamado daños y perjuicios para las granjas que se han visto obligadas a suspender sus ventas, pero la ministra Aigner expresó el domingo sus reservas. "Sería un error iniciar una carrera por las reclamaciones", dijo en declaraciones publicadas por Frankfurter Allgemeine Sonntagszeiting.

AUMENTA LA DEMANDA DE PRODUCTOS ECOLÓGICOS
Mientras en Alemania ha aumentado exponencialmente la demanda de productos ecológicos, que no utiliza pesticidas ni piensos industriales en la cria de animales. Esperemos que no hagan falta más sustos como éste para que los consumidores nos decantemos por el producto ecológico, que es siempre una garantía de salud y sostenibilidad.

(*) Fuente de la noticia y parte de la redacción: Agencia Reuters

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martes, 27 de abril de 2010

Un motivo más para hacerse vegetariano

La siniestra industria alimentaria presenta un nuevo avance: cómo convertir despojos en filete. Próximamente en nuestros frigoríficos gracias a la Comisión Europea

La Comisión Europea ha autorizado la comercialización en los países de la UE de una enzima animal que une trozos de carne en un filete. Suecia se ha posicionado votando en contra en la reunión de marzo al considerarlo “una traición al consumidor”, pero el resto de países y la Comisión Europea dieron su respaldo.

Geert van der Velden, el responsable de Fibrimex en la empresa fabricante, Sonac, afirma que está “deseando ir a elBulli a enseñarle el aditivo y lo que puede hacer”. Este producto pega los trozos de carne, incluso de diferentes clases si es necesario. En su opinión al mirar un filete hecho mediante este proceso de pegado "no notarías la diferencia. Solo si te fijas mucho verías una unión”. También dicen que se trata de un producto incoloro e insípido. “Para hacer un filete a veces sobran partes de carne de gran valor, así que con este método evitas tener que picarla, por eso es muy interesante para las empresas. Además, al estar casi toda la producción automatizada esto te permite filetes del mismo tamaño y forma”, añade Van der Velden.

Para fabricar esta sustancia se recoge en el matadero el plasma del cerdo o de la vaca y se extraen el fibrinógeno y la fibrina del plasma. La trombina transforma el fibrinógeno en fibrina. Esta fibrina interactúa con el colágeno de la carne, lo que une los distintos trozos de carne. El producto, una patente holandesa de un organismo público de investigación, se utiliza en Holanda y EE UU desde hace más de 15 años.

En España, según el distribuidor de Fibrimex, ya hay empresas realizando pruebas para adaptarlo a su producción. El Centro Tecnológico de la Carne de Galicia experimentó con esta sustancia y con la transglutaminasa, otra enzima que también pega la carne y que no se considera un aditivo, por lo que su aprobación ha sido más sencilla. Esta transglutaminasa la fabrica la empresa japonesa Ajinomoto. “Hay restaurantes con una estrella Michelin que ya utilizan estos compuestos para crear productos nuevos. Nosotros lo popularizamos”, resume Van der Velden.

Lo que está claro es que últimamente la Unión Europea está tomando decisiones pensando más en su industria que en sus ciudadanos (ya pasó con las patatas transgénicas), y ésta no es la Europa que yo quiero. Sólo Suecia ha demostrado sentido común al tildar esta insólita decisión de "fraude al consumidor".

(*) Fuente de la noticia: Rafael Méndez (diario El País)

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martes, 13 de octubre de 2009

Cerdos climáticos

Falacias y mentiras de lo más puercas abonan el camino hasta la decisiva conferencia de diciembre en Copenhague sobre el calentamiento global

Mientras el planeta se sigue calentando y el caos climático aumenta, las negociaciones sobre el tema en Naciones Unidas van de mal en peor. Reunidos a principios de octubre en Bangkok, Tailandia, para discusiones preparatorias de la decimoquinta Conferencia de las Partes de la Convención Marco sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (que sesionará en Copenhague en diciembre), el ambiente no puede estar más tenso ni más caliente, en todo sentido.

Un ejemplo de lo perverso que pueden ser las propuestas en este ámbito: la mitad de los proyectos que México ostenta en la Convención de Cambio Climático como "desarrollo limpio" y "solución" para mitigar los gases de efecto invernadero son ¡granjas de cría industrial de cerdos! Aunque parezca ciencia ficción, una de ellas es Granjas Carroll de México, famosa en el mundo por haber creado en sus pestilentes fábricas de cerdos el virus de la gripe porcina. Las aguas, el suelo y el aire alrededor de sus instalaciones están grave e impunemente contaminados, los campesinos y pobladores de la zona viven enfermos y cuando protestan por sus derechos, los reprimen y llevan a juicio. Pero en Naciones Unidas, Granjas Carroll, con espaldarazo oficial, se presenta como "solución ambiental". ¿Cómo es posible una situación tan grotesca?

ESPECULANDO CON EL CO2
Una de las peores trampas que acompañaron el establecimiento del Protocolo de Kyoto (parte de la Convención de Cambio Climático), es que los gobiernos aceptaron que en lugar de reducir efectivamente las emisiones de gases de efecto invernadero en fuente, los países del norte y empresas que más los producen pueden pagar a otros (que tengan menos emisiones) para seguir contaminando, sea a través de fondos manejados por gobiernos, o a través de mercados privados de carbono. Esto no mejora el cambio climático, pero ha dado lugar a nuevas fuentes de negocios y especulación financiera con mercados primarios y secundarios de bonos de carbono. Peor aún, los llamados "sumideros de carbono", con los que las empresas compran su derecho a contaminar, son pingües negocios para las mismas u otras grandes trasnacionales, como es el caso de las extensas plantaciones de monocultivos de árboles, con enormes impactos ambientales y sociales.

Una forma de este perverso mercado es el llamado "Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL)", que existe dentro de la Convención de Cambio Climático. Se basa en compensar a las empresas por "evitar" la hipotética emisión futura de más gases de efecto invernadero. La mayoría de los proyectos dentro del MDL favorecen a empresas tremendamente contaminantes y dañinas al medio ambiente, porque la compensación se da en comparación a lo más sucio que sería la producción sin el proyecto presentado. Esta contabilidad no contempla lo realmente necesario: que este tipo de producción debe desaparecer. Existen opciones realmente "limpias" y sustentables, en este caso, la producción agrícola y pecuaria campesina, descentralizada y de pequeña escala.

El proyecto MDL de Granjas Carroll es un emprendimiento conjunto de ésta (propiedad de la trasnacional Smithfield, la mayor productora gobal de cerdos, pero se presenta como contraparte de México), Cargill Internacional SA, desde su sede en Suiza, y Ecosecurities Ltd del Reino Unido. La última es una empresa trasnacional de transacciones con bonos y créditos de carbono.

HACINANDO QUE ES GERUNDIO
La actitividad del proyecto es la "recuperación de metano" (un importante gas de efecto invernadero), alegando que se producirá biogás para generar electricidad, con parte del metano que se emite en las inmensas y contaminantes lagunas de excrementos de cerdos. El proyecto es mínimo en relación con las emisiones y múltiples otros impactos de Granjas Carroll, y justifica la producción industrial, ya que para captar la cantidad de gas alegada, los animales deben estar concentrados, y el excremento líquido. Los gases emitidos por el excremento de ganado, si no estuvieran confinados y en enormes cantidades, serían muchísimo menores o neutrales, porque la materia fecal de animales en campo abierto, se seca y es absorbida en forma natural en el suelo, sirviendo además como fertilizante que favorece el crecimiento de pastura que absorbe y retiene carbono.

Por el contrario, la lógica de Granjas Carroll y los otras empresas de cría industrial de animales es que se les debe pagar por manejar el problema que ellos mismos causan.

JUSTICIA CLIMÁTICA YA

¿Alguien cree que así se podrá enfrentar el cambio climático? Los gobiernos tampoco. Algunos, como Bolivia y otros del ALBA, plantean que la situación es demasiado grave y no tolera más farsas. Exigen reducción drástica de emisiones y el reconocimiento de la "deuda climática" histórica de las trasnacionales y países del Norte. Pero los países de Norte y muchos del Sur, como México, siguen discutiendo mecanismos de mercado y hasta quieren aumentarlos, incluyendo dentro de un próximo protocolo la agricultura industrial en totalidad, no sólo la pecuaria. Así, los devastadores monocultivos transgénicos, como la soya en los países del sur de América Latina, podrían ser subsidiados por este mecanismo de desarrollo tan sucio.

Aunque la lucha es desigual, muchas organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales están denunciando la situación y se preparan para manifestarse de muchas formas, en paralelo a la Cumbre de Copenhague. La consigna que los reúne es ¡Justicia climática ya!

(*) Artículo redactado por Silvia Ribeiro (Investigadora del Grupo ETC) para el diario mexicano La Jornada

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jueves, 16 de julio de 2009

Just Don't Do It

Greenpeace acusa a marcas como Nike de colaborar en la destrucción de la Selva Amazónica. Mientras, el gobierno brasileño ha aprobado una ley que legaliza la ocupación de 67 millones de hectáreas

¿Qué tienen que ver tus zapatillas deportivas con la destrucción de un ecosistema único y vital para el planeta como es la Selva Amazónica? En el informe que Greenpeace acaba de difundir bajo el título 'Sacrificando la Amazonia' (aquí la versión íntegra en inglés / aquí un resumen en español) se señala con el dedo a marcas de zapatillas como Nike o Adidas por contribuir a la destrucción de una selva de la que también depende la subsistencia de pueblos indígenas como los paracaná.

Resulta que el cuero utilizado por marcas como Adidas o Nike proviene de empresas de Vietnam y China, que a su vez compran este material a compañías brasileñas de vacuno como Bertin, que se abastece en parte con reses criadas en los grandes ranchos ("fazendas") de la Amazonia. Una cadena comercial como cualquier otra en el mundo si no fuera porque la ganadería brasileña es considerada por los grupos conservacionistas como una de las principales causas de destrucción de este paraíso de la biodiversidad: Brasil es el mayor exportador de vacuno del mundo y el 79,5% de todas las áreas en uso de la Amazonia Legal brasileña se utiliza para la cría de reses; donde antes había bosques, hoy se ven pastos sin fin en los que apenas quedan en pie aquí y allí algunas 'castanheiras'.

"La selva lo es todo para nosotros, es nuestro padre, nuestra madre, lo es todo", dice un indígena de la tribu de los paracaná. "No pensamos salir de aquí, es nuestro hogar".

En la web del grupo Bertin, desde hace unos días un comunicado rechaza las acusaciones y asegura que la empresa cumple de forma estricta las leyes brasileñas. Sin embargo, Muggiati no cree tanto en el cumplimiento de las leyes ambientales en la Amazonia, como en otras leyes que considera aquí mucho más eficaces: las del mercado. "Estas marcas tan conocidas también son cómplices de la destrucción de la selva, ellas pueden hacer mucho por la Amazonia si toman medidas para garantizar que el cuero que compran para sus zapatillas no viene de áreas deforestadas". Esto ya ha ocurrido antes; como cuando Greenpeace siguió el rastro de la soja cultivada en la Amazonia hasta los criaderos que suministran los pollos para los McNuggets de los restaurantes McDonald's. "Con la soja se ha conseguido que las empresas monitoreen las propiedades con satélites para verificar que no se cultiva en áreas deforestadas".

A orillas del río Xingu, donde ha amarrado el hidroavión de Greenpeace, todos los paracaná se han dibujado en el cuerpo gruesas rayas negras, como sombras de troncos de árboles tras las que se ocultaran. Nadiuky nunca ha comido en McDonald's ni se ha calzado unas Nike. Pero la tribu tampoco tiene mucho que ver con aquella que, cuando él tenía unos siete años, fue contactada por primera vez en 1976 por hombres blancos que llegaron con cuchillos, espejos y hamacas de regalo. Hoy todos ellos cubren su cuerpo con ropa y en la aldea hay una escuela llevada por la Fundação Nacional do Índio (FUNAI) —la fundación estatal que se encarga de la tutela de los indígenas, a los que la Ley contempla como menores de edad—. Incluso pueden ver todos juntos la tele cuando no falla el generador eléctrico y captan bien la señal. Lo que sí que no ha cambiado ha sido su dependencia del inhóspito ecosistema que les rodea: "La selva lo es todo para nosotros, es nuestro padre, nuestra madre, lo es todo", explica Nadiuky, que cuenta cómo ese cordón umbilical invisible que les une con el bosque está siendo cortado. Sus territorios han sido invadidos por hombres blancos y ya hay pastos abiertos a sólo 20 minutos en barca. "No pensamos salir de aquí, es nuestro hogar", asegura este paracaná dispuesto a defenderse con su arco y flechas si fuese necesario: "No queremos pastos, queremos árboles".

Las cabañas de hojas de palma y barro de esta tribu se vuelven insignificantes desde la ventanilla del hidroavión, hasta desaparecer engullidas por un inmenso mar de árboles. Como otras reservas indígenas, estas son tierras públicas cedidas por el Estado brasileño para la subsistencia de los paracaná y no pueden ser explotadas ni alteradas de ninguna forma. O así tendría que ocurrir. En su conjunto, tras un importante recorte de sus límites, los cerca de medio millar de paracaná en Apyterewa tienen para vivir y cazar una extensa área de 700.000 hectáreas, cuyas fronteras comienzan a ser carcomidas por la deforestación. "Hay gente que dice que es mucha tierra para tan pocos indios, pero ellos la cuidan, no como los grandes terratenientes que crían ganado", asegura el ecologista brasileño Muggiati, "yo lo que digo es que hay demasiada tierra en manos de un sólo 'fazendeiro' (hacendado)".

Como un eco que recorriera los bordes de la selva ocupados por humanos, esta es la reivindicación de muchos campesinos que viven en la Amazonia brasileña: "demasiada tierra en manos de un sólo 'fazendeiro'". Y esto explica, en parte, que a las puertas de muchas haciendas de estos terratenientes haya campamentos del movimiento de los Sin Tierra que piden su expropiación y redistribución, de acuerdo a la reforma agraria de Brasil. La situación se vuelve todavía más complicada por la poca fiabilidad de muchos de los títulos de propiedad de las tierras. Hasta no hace mucho, bastaba hacerse con unos documentos falsos y meterlos en una caja con grillos. Al cabo de un tiempo, salían transformados en unos viejos títulos llenos de agujeros de las primeras colonizaciones. Esta burda trampa da hoy nombre a los falsificadores de propiedades, "grileiros", y a la usurpación de tierras, "grilagem". Hoy estas mafias utilizan sistemas más sofisticados y la selva se vende en grandes parcelas en Internet: es el "cibergrilagem".

Todo esto ha cobrado máxima actualidad en los últimos días en Brasil por la aprobación en el Congreso y en el Senado del país de la "Medida Provisória 458/2009", una ley que supone la legalización de la mayor parte de las ocupaciones de tierras públicas de la Amazonia hasta 2004. Según Greenpeace, una superficie equivalente a 67 millones de hectáreas, más que toda España. El texto, al que se opone de manera frontal Marina Silva, ex ministra de Medio Ambiente del Gobierno de Lula, pretendía de forma original acabar con el caos jurídico existente con la propiedad de las tierras para a la vez introducir mayores requisitos ambientales y de reforestación. Sin embargo, la ley definitiva en la que debe estampar ahora su firma Lula es vista por los grupos conservacionistas como toda una "privatización" de la Amazonia. Así lo piensa también Marina Silva, que en el Parlamento de Brasil recordaba con rabia como Chico Mendes fue asesinado justamente por combatir el "grilagem" y las ocupaciones ahora legalizadas.

(*) Fuente de la noticia: CLEMENTE ÁLVAREZ para SOITU.ES

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viernes, 5 de septiembre de 2008

La Carne y el CO2; la Ética y el Instinto

La ganadería genera más emisiones de dióxido de carbono que la industria del transporte.

En España, un país con un desarrollo medio-alto de su sector ganadero, el 11% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero son generadas por la producción de carne para consumo humano. La Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO) señala además en un informe que la ganadería no sólo contamina el aire, sino también la tierra y los depósitos de agua subterránea.

La FAO viene alertando de este problema desde hace décadas, pero hasta ahora no se han tomado medidas, y el problema se agrava conforme los países en desarrollo van ganando en prosperidad y "gracias" a la globalización no dudan en adoptar costumbres y valores occidentales, como el consumo diario de carne y lácteos, de tal manera que la producción no ha parado de crecer. Actualmente se estima en unas 229 millones de toneladas anuales de carne, pero de seguir el ritmo actual de consumo esta cifra será duplicada en 2050.

Desgraciadamente el coste de ese crecimiento e industrialización del sector ganadero lo paga principalmente el medio ambiente. El uso de la tierra y cultivos para ganadería genera el 9% del total del CO2 derivado de las actividades humanas, pero además genera el 65% del óxido nitroso, un 37% del gas metano, y el 64% de amoníaco, contribuyendo todos ellos al fenómeno conocido como lluvia ácida. Estos gases proceden del estiércol, de los desechos y de los gases intestinales de estos animales.

Deforestación, contaminación de las aguas, y perdida de biodiversidad.

¿Sabías que el 33% de toda la superficie cultivable del mundo se destina ya a producir alimento para el ganado? En algunas zonas del mundo (como la selva amazónica), se está transformando la selva en terrenos cultivables, y cada día son deforestadas por esta razón decenas de miles de hectáreas en todo el mundo. Al mismo tempo, los rebaños causan una gran degradación de la tierra, y cerca del 20% de los terrenos de pasto son ya inutilizables por la compactación y erosión de la tierra que origina el pastoreo excesivo e intensivo. La situación es aún peor en las terrenos más secos, donde inapropiadas políticas y un mal manejo del ganado contribuye a acentuar el problema de la desertificación.

Otra amenaza oculta de la ganadería es que contribuye a la polución del agua con sus deshechos (estiércol y orines), los cuales vienen además acompañados por los antibióticos y las hormonas con que la ganadería industrial trata al ganado (lo cual es todo un problema en sí mismo). También son una fuente de contaminación los químicos que se utilizan para el teñido y curtido de los cueros, y los fertilizantes y pesticidas usados para pulverizar los campos con los que se alimenta el ganado.

La biodiversidad también se ve alterada por la presencia de ganado en amplias extensiones del planeta y su demanda de alimento: 15 de los 24 ecosistemas más importantes están seriamente dañados, y es evidente que la ganadería es la principal responsable.

Un problema ético.
Está claro que la producción de carne no sólo constituye un problema medioambiental, sino también ético, y esto sin siquiera entrar en el debate sobre el maltrato animal que esta industria ganadera lleva a cabo. La cuestión es: ¿vale la pena destruir parte del planeta para poder comer un trozo de carne o beber un vaso de leche, cuando existen formas alternativas para alimentarse? Es necesario racionalizar un consumo de carne que en la actualidad ronda los 90 kg por persona y año en los países ricos, cantidad que excede ampliamente la necesidad de proteinas considerada como óptima.

Así que lo razonable sería una reducción de la presencia de carne en muestra dieta diaria, y cuando la comamos mejor si nos aseguramos de que la carne sea de producción local, alternando además las especies que consumamos.

La alternativa vegetariana.
Entiendo que no todo el mundo esté dispuesto a dejar de consumir carne, pero si de verdad te gusta comer apreciarás probar otros platos y una mayor variedad en tu dieta. Y comer menos carne te ayudará a descubrir esa inmensa variedad de platos e ingredientes que aún no has tenido orpotunidad de degustar.

Existen muchos restaurantes especializados en cocina vegetariana, así como miles de libros con recetas, e infinidad de sitios de internet donde descubrir por tí mismo todos los sabores que te estabas perdiendo al comer carne con demasiada frecuencia. Yo mismo hace ocho años que decidí no volver a consumir carne, y sigo haciendo deporte y disfrutando de la comida como antes.

Instinto trágico.
A todos aquellos que citan el sabor de la carne como la razón principal para no dejar de comerla les haría una pregunta: ¿seguirías comiendo jamón si supieras que en realidad para elaborar lo que comes han utilizado carne humana? Seguro que no. ¡Pero si el sabor es el mismo! ¿Es entonces el sabor lo más importante a la hora de comer, o no? Así que también estamos condicionados a la hora de alimentarnos por la educación, la cultura, la moral.. ¿Hay entonces una ética por encima de tu instinto? Pues acuerdate de ella cada vez que comas, ya que es precisamente esa ética la que te hace persona y te distingue del animal, no tu instinto. Piensa en ello... y sal del rebaño.

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jueves, 4 de septiembre de 2008

Indecente, pero cierto

Según un estudio la mitad de los alimentos producidos en el mundo acaban en la basura.

El estudio ha sido realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO), el Instituto Internacional del Agua y el IWMI (Internacional Water Management Institute), y sus conclusiones son claras: cerca de la mitad de los alimentos producidos en todo el mundo se desperdician.

Ya lo decía Ghandi: "En la tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no tanto como para satisfacer la avaricia de algunos".

Mala gestión de los recursos.
Queda claro según los datos del estudio que el problema de la actual crisis alimentaria no está en la producción, sino en la gestión del suelo y los recursos. Que la mitad de la producción mundial de alimentos acabe en la basura no es sólo una indecencia moral, sino una forma absurda de derrochar energía (cultivo, procesado y transporte) y recursos naturales (agua y deforestación).

Para cambiar esta situación es necesario mejorar la productividad del agua, frenar el despilfarro, cambiar los hábitos alimenticios y optimizar la producción de alimentos, entre otras medidas. Otra buena idea -aunque algo utópica, tal como están las cosas- sería informar al consumidor a través del etiquetado acerca de la cantidad de agua utilizada para producir los alimentos que vamos a comprar: quizás a alguno le sorprenda saber que para producir un kilo de carne de vaca se necesitan 23.463 litros de agua, pero así es.

Hay que frenar este derroche irracional.
Como conclusión, los autores hacen un llamamiento a la comunidad mundial para que se reduzca este derroche de alimentos y agua a la mitad para el año 2025. Una meta difícil, en mi opinión, cuando vivimos en un sistema que abarata el coste de los alimentos cuando se aumenta la producción, lo que conduce al derroche inevitablemente cuando lo único que se tiene en cuenta es el beneficio económico de las empresas productoras. ¿Cómo cambiar esto? Se me ocurre que habrá que encontrar una manera de penalizar el derroche, de pedir cuentas a la sobreproducción. Por ejemplo, no estaría mal que se obligara a los supermercados a bajar el precio de los alimentos conforme se acerque su fecha de caducidad. ¿No sería lógico? Seguramente los comercios harían esto de motu propio si tuvieran una penalización por los productos que no consigan vender: esto es, adecuarían de forma más eficiente su oferta a la demanda.

Desgraciadamente el capitalismo tiene su propia lógica, y la mayoría de las decisiones políticas están contaminadas por su irracional dinámica. Vivimos inmersos en una sociedad que derrocha enormemente y a todos los niveles, pero no somos conscientes porque ya hemos adoptado estos usos y costumbres como normales, y simplemente nos dejamos llevar.

The Wall (all we are is just another brick in).
Pero yo me pregunto, ¿por qué es tan fácil cuestionar la existencia de Dios, y no la de este capitalismo? Como bien decía Él, su reino no es de este mundo, con más razón que un santo, porque el mundo es nuestro, es éste nuestro único reino sin rey: la tierra, los bosques, los mares... son nuestros, tuyos, míos, de todos. Eso es lo que pensamos los ecologistas, y por eso amamos la tierra, y queremos cuidarla y defenderla. Este capitalismo ha demostrado ser terriblemente nocivo para el medio ambiente y la biodiversidad del planeta, y de alguna manera habrá que reconducirlo... ¿O vamos a esperar a que un gran cataclismo o una revolución social en el 3er mundo empuje nuestros acomodados culos para empezar a movernos?

Infórmate, piensa, y actúa en consecuencia. Te darás cuenta de que ser ecologista no es una opción, si realmente tienes el pensamiento libre, y la capacidad de amar.

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