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jueves, 11 de julio de 2019

Abrigos con piel de zorro: ¿ecológicos?

"Sostenible", "ecológico", "biodegradable" y "reciclable" son adjetivos que cada día vemos asociados a lo "bueno", a lo "necesario", a un "cambio" imprescindible. Por eso mismo son términos "de moda" que "venden" y están siendo utilizados cada vez más por las empresas como mera herramienta de propaganda. ¿Han oído hablar del eco-capitalismo?

Éste es el caso de la empresa Sakks Potts que, entre otros materiales, utiliza piel y pelo de zorro en la elaboración de sus abrigos, los mismos con los que ha posado la cantante Rosalía, y lo defienden de esta manera en esta publicación de la revista Vanity Fair:

"el abrigo está realizado en charol y pelo de zorro obtenido de manera SOSTENIBLE. Desde Saks Potts defienden el uso de la piel como material ECOLÓGICO pues es BIODEGRADABLE, RECIBLABLE y tiene una larga vida útil. Recalcan eso sí, que solo utilizan pieles procedentes de granjas danesas y que cumplen todos los requisitos 'Welfur'. Un protocolo que se asegura de que los animales sean bien alimentados y tratados."

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Así es cómo el capitalismo le quita a todo su sustancia y le consigue sacar provecho. Resulta que encerrar a zorros a criar para matarlos, despellejarlos y hacer abrigos con su piel para una élite a la que le sobra el dinero y le falta corazón es "sostenible" y "ecológico" porque el material del que están hechos los animales que esclavizan y sacrifican para ello resulta que, oh sorpresa, es "biodegradable" y "reciclable".

¿No es el colmo del cinismo?

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sábado, 7 de noviembre de 2009

El número de los huevos

El afán de lucro unido a una insuficiente legislación y control sobre el maltrato animal han conducido a la ganadería industrial ha adoptar como normales unas prácticas inhumanas en su trato con los animales, a pesar del aumento paultaino de la conciencia social respecto a los derechos de los animales. El caso es que al producirse ese maltrato infernal alejado de nuestra vista lo único que la mayoría conocemos de esa dinámica es el producto ya envasado en la tienda al comprarlo, y así todavía son muy pocas las voces que se alzan para protestar o al menos dar un pequeño paso y cambiar ciertos hábitos de consumo.

Todo esto puede y debe cambiar y lo primero y más lógico es informarnos para luego decidir sobre lo que compramos: ¿no lo deberíamos hacer siempre cuando ejercemos como consumidores? Y claro que a veces nos preocupamos de algo más que el precio: la calidad, los aditivos, la marca... También a veces preferimos productos de nuestro propio país, ejercemos una cierta forma de patriotismo en el consumo. ¿Por qué no informarnos también sobre la forma de producción?

Es una cuestión de justicia y responsabilidad no colaborar con empresas que maltratan a los animales, y esto puede ser tan sencillo como cambiar una marca por otra. Por ejemplo en el caso de los huevos estos se clasifican en cuatro categorías atendiendo a su forma de producción con números del 0 al 3 que aparecen en el primer dígito del código que cada huevo lleva impreso:

-3- Cuando la primera cifra es un "3" significa que la gallina de la que procede el huevo pasa toda su vida hacinada en una jaula de 30 centímetros, en muchas ocasiones además se le habrá cortado el pico.

-2- Si el número es un "2" eso quiere decir que la gallina que lo ha puesto vive en el suelo de una nave industrial densamente habitada con hasta 12 gallinas por metro cuadrado que nunca pueden salir al exterior y apenas tienen espacio para moverse. El amoníaco y el hedor de las heces contaminan el aire y en estas condiciones proliferan las enfermedades. También es habitual que se les haya cortado el pico para que no se lastimen unas a otras.

-1- Cuando el primer número del código es un "1" entonces el huevo ha sido puesto por una gallina "campera", o sea que puede salir al exterior y desarrollarse con cierta libertad. La densidad de las gallinas fuera del gallinero no puede ser superior a una por cada 4 metros cuadrados.

-0- Si el primer número es un "0" entonces ese huevo ha sido obtenido cumpliendo las normas de la producción ecológica: las gallinas se mueven con una libertad similar a la de las gallinas "camperas" (código 1), pero además al menos el 80% de su alimentación debe proceder de piensos obtenidos de la agricultura ecológica (más sanos, naturales y respetuosos con el medio ambiente). El uso de antibióticos y medicamentos también está limitado en este tipo de granjas.

Así que cuando consumes huevos de gallinas criadas en jaulas (código 3) o en el suelo de naves (código 2) debes saber que estás fomentando el maltrato animal. No en vano dicen que "lo barato sale caro". En términos jurídicos se diría que eres un "cooperador necesario", porque no debemos olvidar que el consumidor no está debajo en la pirámide de producción alimentaria sino arriba del todo, eres el factor más importante y determinante, pues como consumidor tú eres "la demanda" dentro de este entorno consumista de "oferta y demanda", y tus decisiones son decisivas y trascendentales. No lo olvides: con pequeños gestos puedes hacer mucho.

Otro tema importante a tener en cuenta es el de la salud. Un estudio llevado a cabo por la Universidad Técnica de Munich (TUM) demuestra que las bacterias presentes en huevos de producción de tipo 2 y 3 (en jaulas o en naves industriales, los considerados "normales") presentan una mayor resistencia frente a los antibióticos que en los huevos de producción "ecológica" o "camperos" (tipos 0 y 1). Aquí más información sobre las propiedades de los huevos ecológicos frente a los de producción industrial.

Te invito a que compartas esta información sobre las formas de producción del huevo con tus amigos y familiares. Haciendo click en la imagen se hará más grande y podrás descargarlo para enviarlo por email, o imprimirlo y ponerlo en tu despensa, comercio o escuela. ¡Muchas gracias!

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