Mostrando entradas con la etiqueta migajas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta migajas. Mostrar todas las entradas

miércoles, 15 de febrero de 2017

Que la razón sea la única trinchera

"El infierno son los otros",
pero el monstruo soy yo


Llevo tiempo pensando que es la razón y no el corazón lo que de verdad debe impulsar el cambio. La emoción está de parte del sistema, juegan con ella y la tienen bien controlada por un enorme aparato de propaganda que ejerce de hecho una suerte de terrorismo de guante blanco y cámara lenta. ¿Cómo llamar si no al miedo que se inculca a la población día tras día cuando sostienen que el reparto de las migajas de la depredación es la única vía para nuestra subsistencia?

.

La indignación no basta. La emoción mal enfocada no sirve. Es el sueño de la razón quien produjo ayer a Trump y hoy engorda a Le Pen y demás monstruos. Pero en el teatro que es la política actual estas bestias en realidad sólo son personajes nacidos del guión que vamos escribiendo cada uno con la bilis del descontento y dirigidos por el verdadero monstruo: la sinrazón. El telediario lo alimenta, el político lo utiliza, pero es en mí donde habita, justo en el hueco de pensar. Ahí está el monstruo. Y si presto atención lo escucho en el bar, en la calle, en las redes sociales, en el PP y en Podemos, en cualquier lugar. Ayer lo oí alto y claro gritando a toda voz en un comentario que alguien puso como respuesta a una crítica hecha por el activista Lagarder a Podemos: "yo antes te defendía pero ahora creo que habrían hecho bien en mandarte a tu país". ¿Acaso la xenofobia solo está mal cuando afecta a "los nuestros"?

Tomar partido para dejar aparcada la razón sólo conduce al fascismo. Que la razón sea la única trinchera.


Leer más

sábado, 14 de enero de 2017

Las migajas del sistema

Las migajas no caen del cielo,
son válvula de escape del sistema,
sostenibilidad consciente y articulada,
para seguir negando el robo del pan.

fotografia,arriba_extraña,capitalismo,sostenibilidad,migajas

Celebrar las migajas,
como el preso que hace fiesta,
a la hora del pan y agua,
es celebrar la celda.

Leer más