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martes, 28 de diciembre de 2010

Transgénicos y Periodismo Basura

La noticia de la secuenciación de los genes de una de las variedades del árbol del cacao vuelve a poner en evidencia la ausencia de rigor y objetividad en la información periodística que se da en España sobre los transgénicos

Se ha hablado mucho sobre los transgénicos, pero aún hoy la gran mayoría de la población no tiene todavía una idea clara de qué son, quien está detrás de su promoción y cuales son los riesgos que conllevan. Por eso es aún más lamentable la actitud condescendiente de ciertos medios y periodistas con las noticias que llegan de fuera sobre este cruel negocio que son los transgénicos.

Según publica hoy el diario El Mundo "La secuenciación del genoma del árbol del cacao mejorará la calidad del chocolate". ¿Y de qué calidad hablan?, me pregunto yo. ¿No está ya bastante bueno el cacao "de siempre"? Ya hay diferentes calidades en el mercado, diferentes precios... ¿Qué clase de "calidad" es la que se quiere "mejorar"? Bueno, como siempre que hablamos de transgénicos la única calidad que va a mejorar es la calidad de los billetes que van a ganar las multinacionales y los gobiernos que hay detrás de estas "investigaciones". No en vano el promotor de esta investigación es el CIRAD (Centro para la Cooperación Internacional en la Investigación Agrícola para el Desarrollo), una institución francesa que pretende la introducción de la agricultura transgénica en países en desarrollo con la excusa de la "cooperación y la ayuda".

Claro, se dice que "la modificación genética podría hacer las plantas más resistentes a las plagas y las sequías", y por tanto "más rentables", sin mencionar la hipoteca a perpetuidad que supone para el agricultor el someterse al cultivo de transgénicos, ya que al ser estériles sus semillas debe comprar después de cada cosecha otra vez a la multinacional de turno las semillas transgénicas, ésas tan "buenas y rentables". Tampoco se menciona el hecho de que cultivar transgénicos supone un empobrecimiento del acervo genético global, un daño irreparable a largo plazo a la ya empobrecida biodiversidad en el planeta. Todo esto al margen de los efectos que podría tener la introducción de genes extraños en el medio ambiente, y para los que hasta ahora no se ha seguido el lógico y racional "principio de precaución".

Poderoso caballero es don dinero. El colonialismo no ha terminado, señores, ¡sólo ha cambiado sus métodos de explotación! Por eso hay que seguir diciendo, hoy con más fuerza, NO A LOS TRANSGÉNICOS. Infórmate y actúa en consecuencia

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sábado, 17 de abril de 2010

Firma contra el cultivo de transgénicos

Por primera vez en 12 años la Comisión Europea acaba de aprobar diversos cultivos genéticamente modificados, dando prioridad a las ganancias de los grupos de presión (multinacionales) relacionados con los cultivos transgénicos por encima de las preocupaciones ciudadanas. Porque al menos el 60% de los europeos creen que es necesaria más información fiable antes de permitir el cultivo de productos transgénicos que podrían amenazar nuestra salud y nuestro medioambiente.

Además es que cualquier cultivo transgénico es malo por definición, al margen de otras posibles consecuencias aún no determinadas, o no suficientemente estudiadas en el tema de la salud o sus efectos a largo plazo sobre el medio ambiente. Porque está demostrado que el cultivo de transgénicos es malo para la biodiversidad, malo para la independencia de los agricultores, malo para la cultura campesina, malo desde el punto de vista de la sostenibilidad, etc. (Puedes encontrar mucha más información sobre los efectos del cultivo de semillas transgénicas en este mismo blog en varias entradas anteriores). Por eso hay que levantar la voz y decir un NO alto y claro al cultivo de transgénicos.

Ahora una nueva iniciativa permite que si se recogen al menos un millón de firmas de ciudadanos europeos se puedan presentar solicitudes oficiales a la Comisión Europea. Por ello te pido que firmes y te unas al millón de voces por la prohibición de los transgénicos. Y que compartas esta campaña con tus amigos y familiares.

¡FIRMA AQUÍ!

Recuerda que para que la firma cuente como válidad es indispensable ingresar la dirección postal para que tu firma cuente en esta iniciativa ciudadana europea.

¡Muchas gracias por tu colaboración!

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jueves, 19 de febrero de 2009

Más voces contra los transgénicos

Investigadores y miembros de la sociedad civil se movilizan contra la industria de los transgenicos con un nuevo manifiesto

La sociedad se mueve en contra de los transgénicos. Científicos, agricultores, consumidores y ecologistas han presentado en Madrid un manifiesto en el que expresan su rechazo al cultivo de organismos modificados genéticamente (OMG), denunciando el peligro para el medio ambiente y para la salud que suponen. ¿Por qué? Porque como ya hemos explicado en otros artículos lejos de contribuir a mejorar la productividad agrícola, los cultivos transgénicos acarrean graves distorsiones sociales y económicas y no garantizan rendimientos mejores que los cultivos industriales.

Un dato es que a pesar de la ingente propaganda sobre multitud de funcionalidades, en realidad las variedades comerciales incorporan tan sólo dos características: la resistencia a insectos plaga y/o la tolerancia a un herbicida determinado. Un 81% de la superficie de OMG cultivada en el mundo son plantas resistentes a herbicidas.

Sólo la enorme capacidad económica y de influencia social del puñado de empresas que domina el desarrollo de esta tecnología y la permisividad de ciertos gobiernos con los grupos de presión es lo que permite el avance de una técnica que en realidad no es más que un negocio privado muy lucrativo que no genera los beneficios sociales que promete.

La polémica es de especial importancia en España, puesto que nuestro país es el más permisivo de toda Europa con estos productos. España está a la cabeza de la Unión Europea, con un récord de 80.000 hectáreas destinadas a cultivos transgénicos en el año 2008. La mayoría pertenecen a la variedad de maíz MON810, diseñada por la compañía Monsanto. Este tipo de maíz fue prohibido en Francia el año pasado y su seguridad ha sido puesta en duda por recientes estudios.

Como demuestra el caso del MON810, prohibido en Francia y sembrado por doquier en España, no hay unanimidad en Europa respecto a los transgénicos. Próximamente, la Comisión Europea debe decidir al respecto y decidir si impone un criterio único a todos los miembros. Los firmantes del manifiesto reclaman que las autoridades comunitarias veten el cultivo de transgénicos.

El manifiesto fue presentado de forma conjunta por las organizaciones Greenpeace, Amigos de la Tierra y Ecologistas en Acción. Junto a ellos estaba el sindicato agrario COAG y la activista india y premio Nobel alternativo Vandana Shiva. El representante de Greenpeace, Juan-Felipe Carrasco, hizo hincapié en la pluralidad de voces que se alzan contra los transgénicos: "No somos unos ecologisas exaltados, como suelen designarnos los interesados en desacreditar el movimiento, sino que hay 450 personas cualificadas de todos los ámbitos. Hay investigadores, técnicos, expertos de todos los sectores del conocimiento; las mayores centrales sindicales; sindicatos agrarios como UPA y COAG; las cinco grandes asociaciones de consumidores; las grandes organizaciones ecologistas...". Carrasco insistió en que los transgénicos son una amenaza para la agricultura y la sostenibilidad.

David Sánchez, de Amigos de la Tierra, criticó la falta de trasparencia y de control que hay en torno a los transgénicos en España. "No se sabe dónde se plantan; no hay estudios de impacto y se pretende introducir cultivos experimentales de nuevas variedades sin análisis previos a la implantación", afirmó.

Por su parte, Daniel López, de Ecologistas en Acción, afirmó que los pretendidos beneficios que publicita la industria biotecnológica y algunas administraciones no se cumplen. "A cambio", afirmó, "hay impactos sobre la salud, sobre los ecosistemas y sobre el tejido socieconómico".

Miguel Padilla, del sindicato agario COAG, consideró que no existe posibilidad alguna de que coexistan los cultivos transgénicos con el resto, puesto que estos últimos se contaminan debido a la polinización, que transfiere rasgos de una planta a otra.

EN TODO EL MUNDO
Vandana Shiva aportó el punto de vista internacional y su experiencia en la India, donde miles de agricultores se han visto arruinados por el uso de transgénicos para cargar contra lo que considera que es una industria con un gran poder de influencia para conseguir sus objetivos, nada claros: "Los transgénicos no son la solución al hambre. El futuro de la alimentación no pasa por el control de las multinacionales, que actúan como dictadores de lo que comemos y cultivamos, sino porque las semillas permanezcan en manos de los pueblos", afirmó.

"Este documento debe servir para que el Gobierno de España, que dice tener políticas progresistas y a favor de la sociedad, tome nota de la abrumadora oposición social a los transgénicos y modifique sus políticas que solamente benefician a las corporaciones agro-biotecnológicas", declaró también Vandana Shiva.

El Gobierno de España se encuentra en el pequeño grupo de países que está ayudando a la Comisión Europea a obligar a los estados miembros a levantar sus prohibiciones y a cultivar transgénicos. Mientras los mayores productores de maíz de la UE han prohibido el cultivo de transgénicos, basándose en numerosos estudios científicos sobre sus impactos ambientales y sanitarios, España sigue siendo el principal productor de maíz transgénico de la UE.

LA CIENCIA EN BOCA DE TODOS
"España no debe ser cómplice de la pérdida de biodiversidad que suponen los OMG", afirmó Vandana Shiva, quien también recordó que "no existe ninguna ciencia en los pretendidos argumentos científicos de quienes defienden los transgénicos".

Según Shiva, las empresas de biotecnología siempre usan los argumentos de expertos que dominan el aspecto de la modificación de células en laboratorio, un campo muy restringido. La activista india criticó: "Sus expertos no conocen la planta entera, ni hablan de ecosistemas, ni explican cómo afecta lo que hacen al resto de la cadena alimentaria, ni tampoco son expertos en suelo para saber si la toxina insecticida que produce su maíz gracias a la introducción de un gen también mata a los microorganismos del suelo tan importantes para la vida".

Shiva aportó datos y referencias a estudios que desmontan los argumentos de las empresas biotecnológicas. "Dicen que el uso del maíz Bt ayuda a usar menos pesticidas. Eso se ha comprobado que es falso. En India lo que han conseguido es aumentar un 1.300% el uso de pesticidas en esos cultivos", afirmó para añadir también: "Acabamos de terminar un estudio sobre el impacto del algodón Bt en los suelos. Hemos comprobado que en tres años ha bajado un 17% el número de microorganismos beneficiosos para el suelo y un 26% la fertilidad del suelo debido a la pérdida de las enzimas que permiten transferir los minerales en forma de nutrientes absorbibles por las plantas".

Ese gen Bt es el que porta el maíz MON810 la variedad desarrollada por Monsanto que se siembra en España. Porta genes de una bacteria, llamada 'Bacillus thuriengensis', que produce una toxina natural que repele a insectos como el taladro del maíz. Tras la inserción del gen, la planta se convierte en una factoría de esa toxina. Shiva afirmó que un reciente estudio ha mostrado que la ingestión de maíz Bt intoxica a ratones de laboratorio.

* Fuentes: Diario El Mundo / Ecologistas en Acción

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jueves, 22 de enero de 2009

Un misterio lo de este Ministerio

Amigos de la Tierra denuncia que el Ministerio de Medio Ambiente tramita nuevos ensayos con transgénicos perjudiciales para el medio ambiente y la salud

La organización ecologista Amigos de la Tierra denunció hoy que el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino tramita nuevos ensayos al aire libre con transgénicos, que se han demostrado que "tienen efectos perjudiciales en la salud humana y en el entorno". Así, señala en un comunicado que el Ejecutivo ha sacado a información pública once solicitudes de campos experimentales de maíz transgénico de las empresas Monsanto, Pioneer y Procase en un total de 67 municipios de Andalucía, Aragón, Castilla La Mancha, Castilla y León, Madrid, Extremadura, Navarra, Galicia y Cataluña.

"La liberación al medio ambiente de transgénicos experimentales supone un grave peligro para el medio ambiente y la salud pública", alerta esta ONG, que asegura que seguir experimentando con estos maíces "no tiene justificación posible". Por ello, ya ha presentado alegaciones a todas las solicitudes para que sean denegadas.

En este sentido, el responsable de agricultura y alimentación de esta asociación, David Sánchez, afirma que es "imposible controlar la dispersión del polen de estas plantas transgénicas, lo que puede contaminar cultivos destinados a la alimentación incluso a kilómetros de distancia".

"Intentar seguir cultivando variedades con demostrados daños a la salud es una muestra más de la poca ética de estas empresas. Y sería una irresponsabilidad imperdonable por parte del Gobierno seguir favoreciendo los intereses de estas multinacionales por encima de la salud pública y autorizar estos nuevos ensayos", concluyó.

* Fuente: Europa Press

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domingo, 17 de agosto de 2008

The Future of Food

A veces la televisión olvida su embrutecedora misión y deja escapar algún destello de interés entre tanta basura irreciclable. Sin ir mas lejos ayer noche La2 emitió The Future of Food, un brillante y esclarecedor documental sobre los transgénicos que recomiendo ver a todo aquél que se lo perdiera (que temo seáis muchos, ya que un sábado en pleno agosto y a medianoche poca gente lo vería aparte de mí y algún otro tipo raro con poco sueño y ningún dinero). Casualmente varias de las cuestiones de las que hablaba en el anterior post aparecen magníficamente reflejadas en las imágenes de este film, algunas tan inquietantes como las estrechas relaciones entre el poder político estadounidense y la multinacional Monsanto, una empresa que a través de los transgénicos parece querer poner a sueldo a los agricultores del mundo entero.

The Future of Food puede encontrarse en DVD, o en internet doblado al castellano aquí.

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jueves, 14 de agosto de 2008

Más sobre los polémicos transgénicos

El Príncipe Carlos se posiciona contra el uso de transgénicos en una entrevista concedida al Daily Telegraph

Se ha escrito mucho -también aquí- sobre los transgénicos y los peligros que entrañan -perdida de biodiversidad, aniquilación de la cultura e independencia campesina, etc.- pero las multinacionales que los promueven son muy poderosas (cuidado, más que muchos gobiernos) y teniendo a buena parte de la comunidad científica y a no pocos gobernantes a sueldo no es de extrañar que su avance haya sido imparable estos últimos años.

Por suerte también somos muchos los que sabemos qué clase de lobo se esconde bajo esa piel de cordero con la que se viste a los transgénicos: dicen que van a acabar con el hambre en el mundo, que son imprescindibles para que haya suficiente alimento en el mundo según el aumento previsto de la población... Nada más que un montón de falacias y mentiras de la peor calaña. Su único objetivo es poner al campesinado del mundo a sueldo para lucrarse, y esa sarta de mentiras lo que precisamente representa es la mejor campaña de marketing que podía ocurrírseles.

¿No apoyas los transgénicos? ¡Osea que vas a dejar que millones de personas mueran de hambre sin hacer nada!

¡Así llegan a plantearlo! La demagogia barata más cara que podrás encontrar hoy día en el mercado.

Quiero dejar claro que entiendo perfectamente que esta tecnología se haya desarrollado, que me parece útil que se conozca y que comprendo que pueda utilizarse en ciertos casos concretos, pero que se plantee el uso de semillas transgénicas como una solución al problema del hambre en el mundo no es más que una burda patraña, y que se esté permitiendo su nociva expansión por nuestros campos, un pecado mortal que tendrá graves consecuencias para el planeta, y no hará sino ahondar las desigualdades sociales.

En esta línea se ha mostrado el Príncipe Carlos en su entrevista al 'Daily Telegraph', donde advierte de que los cultivos transgénicos provocarán la "peor catástrofe medioambiental jamás sucedida en el mundo". Opina además que "sobre lo que debemos hablar es sobre seguridad alimentaria que es lo importante, y no de producción". Por otro lado ha defendido la idea de que crear una sociedad dependiente de las grandes multinacionales para la producción de alimentos y no de campesinos y pequeños productores generará un "desastre total". ¿No es evidente?

"Si la gente piensa que de un modo u otro esto va a funcionar porque ellos quieren disponer de una nueva técnica genética ingeniosa, entonces no cuenten conmigo, porque va a ser la mayor catástrofe medioambiental de todos los tiempos", ha afirmado también en la entrevista el heredero al trono británico, un ecologista convencido desde hace años. "No se trata de volver atrás. Se trata de reconocer que estamos junto a la naturaleza, no contra ella. Ya hemos actuado contra la naturaleza durante mucho tiempo", ha dicho poniendo el dedo en la llaga para concluir la entrevista.

Por supuesto no faltan voces discrepantes que saltan en cuanto alguien ponen en duda el casi sobrenatural valor de este posmoderno maná. Julian Little, presidente del Consejo de Biotecnología Agrícola (ABC), discrepa de las declaraciones del príncipe porque "no están basadas en ninguna evidencia sólida". ¿Son esas evidencias más o menos sólidas que esas dogmáticas profecías en las que dicen creer los defensores de los transgénicos para acabar con el hambre en el mundo? The answer my friend is blowin' in the wind...

MONEY MAKES THE WORLD GO AROUND

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lunes, 3 de marzo de 2008

Guía Roja y Verde de transgénicos

El pasado 28 de febrero Greenpeace presentó la versión digital de la 4ª edición de la Guía Roja y Verde de alimentos Transgénicos.

Para su actualización han vuelto a solicitar a productores y distribuidores de alimentos comercializados en España información sobre su política de utilización de ingredientes transgénicos o sus derivados. Las listas de alimentos y marcas corresponden al mercado alimentario español y se han elaborado en función de las respuestas recibidas y de las declaraciones que Greenpeace ha recogido.

Para garantizar una cadena alimentaria libre de transgénicos y de sus derivados, debemos seguir rechazando su empleo por parte de la industria. ¡Hay que hacer valer el uso de nuestra libertad de elección a la hora de comprar!

* Descárgate la guía en PDF *

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miércoles, 16 de enero de 2008

Más voces contra los transgénicos

El diario El Mundo recoge hoy en su edición digital la propuesta de expertos y ecologistas para la prohibición del cultivo de transgénicos.

La medida ha sido tomada días después de que Francia haya prohibido el cultivo de maíz transgénico de la variedad MON 810 -de la compañía estadounidense Monsanto-, de la que en España se cultivan más de 75.000 hectáreas, lo que convierte a nuestro país en el mayor productor de maíz transgénico de Europa.

Los firmantes, procedentes de centros de investigación como el (CSIC), universidades, jardines botánicos y de organizaciones sindicales y ecologistas, apoyan la iniciativa «ante la amenaza que representan para la agricultura y la sostenibilidad», el cultivo de semillas transgénicas.


La declaración denuncia los «peligros e impactos de su introducción en el medio ambiente y en nuestros platos» de dichos cultivos, y reclama al Gobierno español que adopte medidas de erradicación de los mismos.

«No se trata de un debate técnico, sino simplemente de conservación, salud humana y medio ambiente», señaló ayer Liliane Spendeler, presidenta de Amigos de la Tierra España.

«Se trata de una tecnología que está destruyendo la biodiversidad, y que nació como subproducto de la industria militar. Es lamentable que España sea el vector de introducción de estos cultivos en Europa, cuando es un país rico en biodiversidad», añadió el investigador del Jardín Botánico de Las Palmas de Gran Canaria, Eugenio Reyes.

«Incorporar una toxina a la planta terminará llegando a nuestra cocina», añadió Reyes.

La decisión del Gobierno francés se ha basado en una quincena de informes científicos, en los que se pone en evidencia las «consecuencias del cultivo de maíz de la variedad BT 810 sobre el medio ambiente y la salud, así como la imposibilidad de evitar la contaminación a otros agricultores, la generación de resistencias en plagas y los efectos tóxicos sobre varios tipos de organismos presentes en los ecosistemas o la toxicidad a largo plazo sobre seres humanos» declaró Juan Felipe Carrasco, responsable de Greenpeace.

Lo firmantes del manifiesto expusieron ayer que «confían en que sirva para impulsar un debate social» y «confían que el Gobierno tome nota de la abrumadora oposición social a los transgénicos», puesta de manifiesto en los sondeos de opinión del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que uindica que un 70% de lsoe spañoles son contrarios. Andoni García, del sindicato agrario COAG, aprovechó la oportunidad para señalar que las recientes medidas tomadas en la UE y en EEUU que liberan de riesgos para la salud el consumo de animales clonados, «no aporta nada a la Humanidad».

«Nosotros no seríamos quienes criáramos al ganado clonado y, además, no lo podemos producir. Al sector ganadero no le sirve de nada esa medida, que sólo beneficia a las multinacionales que tienen las patentes. Quieren determinar qué comemos y esa medida es un paso más hacia ello», concluyó García.

Según Liliane Spendeler, los alimentos transgénicos llegan al plato y a la vida de los españoles de muy distintas maneras, aunque en pequeñas cantidades. Gran cantidad de productos alimentarios llevan trasngénicos, pero como su proporción es inferior al 0,9% no es obligatorio que figure en la etiqueta. Otra vía de introdución es a traves del consumo de carne, huevos o leche, puesto que los animales son alimentados con cereales modificados genéticamente.

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No a los transgénicos

Manifiesto de la organización Vía Campesina en contra de los transgénicos

Queremos alimentos sanos y seguros
Las semillas transgénicas, caras y estériles, no vienen a acabar con el hambre en el mundo como promete la industria biotecnológica. Bien al contrario, son una vuelta de tuerca más para sacar legalmente a los campesinos de sus tierras. Las semillas transgénicas son estériles: no se reproducen y hay que comprarlas cada año; y son caras: millones de agricultores no tienen dinero para comprar lo que legítimamente les pertenece; desposeídos de las semillas, abandonan las tierras. La contaminación genética trae a la Humanidad un nuevo elemento: los efectos en la salud de las personas y en el medio ambiente, son irreversibles. Los errores genéticos que se cometan hoy no se pueden reparar.

Por ello denunciamos:
1.- La complicidad entre los gobiernos y las multinacionales de la biotecnología para la implantación de los cultivos y la comercialización de los alimentos transgénicos en nuestras tierras.
2.- Que la mayor parte de los centros de investigación, tanto públicos como privados, estén financiados por las mismas multinacionales que contaminan.
3.- Que la mayor parte de los medios de comunicación estén sometidos también a la dictadura del poder económico a nivel mundial.
Y apoyamos plenamente las demandas de la VÍA CAMPESINA para recuperar, mantener y fortalecer una producción alimentaria campesina y sustentable:

1.- Parar las importaciones a bajo precio y aplicar el principio de la soberanía alimentaria.
2.- Exclusión de la Organización Mundial del Comercio (OMC) de toda negociación relacionada con la producción y los mercados de los alimentos. Denunciamos a la OMC como un verdadero instrumento antidemocrático al servicio de las multinacionales que nos están imponiendo la política de Liberalización de los Mercados. Los Tratados de Libre Comercio y de la OMC en la agricultura están desviando la producción doméstica hacia la producción intensiva de exportación y forzando a millones de campesinos y pueblos indígenas hacia la bancarrota total. Hay que parar estas políticas neoliberales que convierten a los campesinos/as e indígenas en desplazados en su propio país, o en trabajadores/as ilegales en la producción intensiva industrial.
3.- Aplicación del principio de la soberanía alimentaria como primer principio en la formulación de políticas agrícolas que tienen que asegurar una producción campesina y diversificada de alimentos sanos, precios que remuneren el trabajo campesino, la reactivación de las políticas de reforma agraria, una regulación de los mercados para evitar excedentes y un paro de la industrialización de la producción agrícola.
4.- Abolición de las subvenciones y otras ayudas a la exportación como parte de medidas para evitar el dumping y la importación a bajos precios.
5.- Abolición de la obligación de aceptar importaciones hasta el 5% del consumo interno. Cada país debe tener y aplicar el pleno derecho de proteger su producción alimentaria contra importaciones. Hay que parar la apertura forzada de nuestros mercados para importaciones a bajo precio que destruyen la producción alimentaria y aumentan aún más la miseria y el hambre en los medios rurales.
6.- No a los Organismos Genéticamente Modificados (OGMs) y a las Patentes en la agricultura y SÍ a las semillas campesinas.
7.- Prohibición de los OGMs de la agricultura. Son lesivos para los agricultores, los consumidores y el medio ambiente.
8.- Prohibición de las Patentes de la vida. No puede ser que esta riqueza y diversidad desarrollada por el propio campesinado, se convierta en la propiedad privada de algunas empresas transnacionales.
9.- Establecer marcos jurídicos diferentes que reconocen a las semillas y otros recursos genéticos como patrimonio de la Humanidad y que respeten el carácter colectivo de estos derechos y el libre acceso a los recursos genéticos.
10.- Prohibición de semillas “muertas” y otras tecnologías que impiden al agricultor reproducir sus propias semillas. Semillas muertas dan plantas con semillas infértiles lo que significa que los campesinos/as y productores/as tendrán que comprarlas año tras año. Este hecho nos sitúa en dependencia de las transnacionales y nos excluye de la producción.
11.- Reconocimiento de los derechos del agricultor al control y a decidir el futuro de los recursos genéticos. Como agricultores hemos resguardado los recursos genéticos en la agricultura, somos depositarios del esfuerzo y conocimiento de las generaciones que han creado esta riqueza biológica, por ello exigimos que se reconozcan nuestros derechos.

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sábado, 12 de enero de 2008

Somos lo que sembramos

Me ha parecido muy interesante este artículo de Gustavo Duch Guillot, director de Veterinarios Sin Fronteras, publicado en el diario El País.

Somos lo que sembramos

En tiempos pasados, Hipócrates decía "somos lo que comemos". Ahora, a partir de un colectivo de campesinos de Lleida, la Assemblea Pagesa, se pone en marcha una plataforma de la sociedad civil que reivindica "som lo que sembrem". Porque en la elección de una semilla, en el acto de arar la tierra, sembrarla y hacerla crecer, estamos, en realidad, definiendo qué modelo de agricultura, de medio rural y de alimentación queremos para nosotros y para las futuras generaciones.


El modelo impuesto en la actualidad ya sabemos qué nos ofrece: alimentos estandarizados y a bajo precio, a costa de un medio rural despoblado. Se incrementan anualmente las hectáreas dedicadas al cultivo uniforme de maíz transgénico, y las granjas de animales son baterías de animales repetidos que hacemos engordar en pocos días sin que tengan la posibilidad, tan siquiera, de ver la luz del sol. Junto a ellas, los campos y ríos se contaminan con sus residuos. Ciertamente, se consiguen altas producciones pero la especialización nos obliga a depender de la importación de muchos otros alimentos que ya hemos olvidado cultivar, y tienen que llegar de muy lejos, como la fruta que viaja desde Chile. Finalmente, como estamos observando estos días, nuestra ganadería es totalmente dependiente de los cereales y si aumenta su demanda mundial como ahora por el tirón asiático y los agrocombustibles, los precios de algunos alimentos se disparan.

Cataluña, y prácticamente todos los territorios del planeta, tiene la posibilidad de plantearse un modelo de alimentación que descanse en modelos agroecológicos. Potenciando una agricultura y ganadería de pequeña escala integrada en el ecosistema, se facilitaría además la recuperación del sector basado en pequeños agricultores vital para el equilibrio territorial y llenar de vida los rincones del país. Si reducimos las importaciones de alimentos de países en desarrollo, conseguiremos que éstos liberen tierras para poder producir sus cultivos, y reactivar también en ellos el sector rural, en países donde el porcentaje de personas que se dedican al campo es muy significativo. Como consumidores los alimentos que degustaremos serán tal vez menos exóticos, pero más saludables.

Som lo que sembrem es consciente de la importancia de avanzar en estos modelos, y de los frentes que hay que combatir. El primero de ellos, y paradigmático desde hace ya unos años, es la invasión de las semillas transgénicas. Para estos campesinos las semillas no son una mercancía, son la primera herramienta de trabajo después de la tierra y existen dos opciones. Entrar en la dinámica de las semillas clonadas o utilizar en la siembra parte de las semillas producidas en el año anterior, intercambiar semillas con otros agricultores y ser responsables directos de la selección de las semillas, siembra tras siembra, renovando permanentemente la biodiversidad de los cultivos. Con ello, se aumenta la diversidad dentro de cada variedad de cultivo, lo cual es indispensable para su adaptación a los diferentes tipos de terrenos o a los cambios del clima.

Som lo que sembrem, desde su página web (www.somloquesembrem.org), quiere facilitar a la población catalana la posibilidad de declarar Cataluña zona libre de transgénicos, como ya han hecho otros territorios europeos. Para ello, ponen en marcha lo que se conoce como iniciativa legislativa popular, una herramienta de participación política ciudadana que permite que se puedan proponer leyes en el Parlamento a partir de la recogida de 50.000 firmas. Se añaden tres puntos más: la prohibición inmediata de los cultivos de maíz transgénico MON810, de la multinacional Monsanto, que, según Greenpeace, la toxina insecticida que produce, está en concentraciones muy impredecibles; el etiquetado claro de los alimentos que en su proceso de producción utilizan transgénicos, como los productos de origen animal de los que desconocemos con qué han sido alimentados, y, por último, una moratoria al desarrollo e investigación de los transgénicos en Cataluña. He leído la página web con atención, y ahora sólo faltan 49.999 firmas.


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Cataluña se mueve contra los transgénicos

Ecologistas de Lleida promueven una ley para impedir el cultivo de transgénicos, según esta noticia aparecida hoy en la edición digital de 20minutos:

La plataforma ecologista 'Somos lo que sembramos ' comenzará a recoger firmas para presentar una iniciativa legislativa popular en el Parlament reclamando la declaración de Catalunya como zona libre de cultivos transgénicos. Aprovecharán la celebración de Fira Natura , que tendrá lugar en Lleida entre el 29 de febrero y el 2 de marzo, para comenzar la recogida de firmas.

La plataforma, creada por Assemblea Pagesa de Catalunya , pretende recoger las 50.000 firmas necesarias para presentar la iniciativa y conseguir el apoyo del mayor número de famosos, según explicó ayer el histórico sindicalista Josep Pàmies.

Pàmies hizo estas declaraciones ayer en la Audiencia de Lleida, al término de la vista de apelación contra la sentencia del Juzgado número 2 de lo Penal, que lo condenó a pagar a 24.000 euros a un Guardia Civil que lo denunció por haberle agredido en un forcejeo durante una protesta contra los cultivos transgénicos en septiembre de 2003.

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